En su opinión, solo una "acción concertada entre varios países" puede lograr que estas personas alcancen territorio estadounidense.
Este flujo de inmigrantes, intensificado en las últimas semanas, obedece a que la estadounidense Ley de Ajuste Cubano de 1966, aprobada en un contexto de Guerra Fría, permite la residencia temporal y derecho a trabajar casi de forma inmediata, entre otros privilegios, a todo ciudadano de Cuba que pise suelo de EEUU.
EEUU no se pronuncia
Los cubanos llegan a Ecuador, que solo empezó a exigirles visa el 1 de este mes, y se dirigen luego hacia el norte, atravesando los territorios de Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Guatemala y México, para luego ingresar a EEUU.
Como posible solución, el canciller costarricense Manuel González propuso crear un corredor humanitario para el paso controlado de los cubanos desde Ecuador hasta México, "una idea acertada", según Sandoval, pero "poco viable políticamente".
La medida "requiere un consenso que no se trabajó a nivel político y así es muy difícil que tenga una buena acogida; las autoridades costarricenses subestimaron la complejidad de la situación, y los distintos países (por los que transitan los migrantes cubanos hasta EEUU) han venido diciendo que no", manifestó Sandoval.
El otro gran actor implicado en esta crisis, observó el investigador, es EEUU, "el que menos se pronuncia".
"En el marco de los retos geopolíticos del Gobierno del presidente (Barack) Obama, la crisis de los migrantes cubanos es un tema muy pequeño comparado por ejemplo con Siria. Lo que ocurre en Centroamérica no es una prioridad", señaló Sandoval a esta agencia.
Génesis de una crisis
Este flujo migratorio se disparó desde que EEUU y Cuba reanudaron sus relaciones diplomáticas en julio, pues muchos cubanos temen ahora perder esos privilegios.
El 13 de noviembre, Costa Rica permitió el paso de unos 2.000 cubanos, creando un mecanismo de visa humanitaria para su libre tránsito por el país durante siete días.
Los migrantes, que habían ingresado por la frontera sur desde Panamá, se trasladaron después hacia su límite norte con Nicaragua, que les vedó el ingreso, incluso por la fuerza.
Esa situación provocó tensiones entre los Gobiernos de Costa Rica y Nicaragua, que se atribuyeron mutuamente la crisis.
En una reunión de finales de noviembre que mantuvieron los cancilleres de todos los países por los que transita esta población, se acordó que cada Gobierno se reservaría el derecho de admisión de estas personas.
Ante la difícil situación, este asunto será tema prioritario de la visita oficial a Cuba del presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, que visitará el país del 13 al 15 de este mes.
Además, el 18 de diciembre, el asunto se analizará en la cumbre de presidentes del Sistema de Integración Centroamericana, que se realizará en El Salvador.