"No se puede permitir que un Estado acepte transitoriamente a población emigrante que va a pasar por terceros territorios sin tener antes acordado todo un esquema de coordinación y aceptación de los terceros Estados que se ven involucrados en contra de su voluntad o, peor aún, sin saber que van a ser objeto de una travesía de personas migrantes indocumentadas", sostuvo Herdocia.
"No solo está de por medio el cumplimiento de las leyes migratorias y la seguridad pública de un país, sino que también hay una situación humanitaria", agregó.
El Gobierno de Nicaragua, que cerró el domingo el paso a los migrantes cubanos en su frontera con Costa Rica, anunció que abordaría la crisis desde este martes en la Comisión de Seguridad del Sistema de Integración Centroamericana (SICA).
"Es una gran oportunidad para que se definan mejor los protocolos de actuación en casos donde hay involucrada población migrante y para cumplir con los instrumentos que rigen la materia a nivel internacional", señaló Herdocia.
Para resolver esta situación, continuó Herdocia, la Comisión de Seguridad debe involucrar al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), a la Organización Internacional de Migraciones y a la Cruz Roja.
Largo viaje hacia EEUU
El objetivo de los migrantes cubanos es llegar a territorio estadounidense, ya que la Ley de Ajuste Cubano de 1966, aprobada por EEUU en un contexto de Guerra Fría, les permite la residencia temporal y derecho a trabajar casi de forma inmediata, entre otros privilegios.
El viaje que emprenden estas personas desde Cuba no es sencillo: primero vuelan desde la isla hasta Ecuador, donde no necesitan visa para entrar, y desde allí se dirigen hacia el norte, cruzando los territorios de Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Guatemala y México, donde cruzan la frontera para alcanzar suelo estadounidense.
Tema: Normalización de las relaciones entre Cuba y EEUU
Esta migración se disparó desde que EEUU y Cuba reanudaron sus relaciones diplomáticas en julio, pues muchos cubanos temen perder los privilegios migratorios ofrecidos por la ley estadounidense.
La cantidad de cubanos que entraron por el sur de Costa Rica ha aumentado de forma notoria en los últimos años, según datos de Migración y Extranjería citados por el diario estadounidense El Nuevo Herald, pues fueron apenas medio centenar en 2011, unos 1.600 en 2012, llegaron a 2.300 al año siguiente y saltaron a 5.400 en 2014.
En lo que va de 2015, más de 12.000 cubanos ingresaron de Panamá a Costa Rica.