Solo Rusia "puede dar a los hombres del régimen de (presidente sirio Bashar) Asad la garantía de que no serán apartados en el futuro", subrayó el monarca.
Al referirse a la operación rusa en Siria, Abdalá II señaló que es "una realidad con la que hay que contar" y que esta intervención se debe a que la amenaza yihadista es más grave para Rusia que para Europa.
"Si los combatientes extranjeros representan un grave problema para los países europeos, para Rusia es aún más cierto. Y precisamente porque para ellos es un problema tan grave, participan directamente en la lucha contra el grupo Estado Islámico", sostuvo.
El conflicto armado ha causado ya más de 220.000 muertos, según datos de la ONU.
El 30 de septiembre la Fuerza Aérea rusa inició bombardeos de las posiciones del EI en Siria tras una petición del presidente del país, Bashar Asad.
Moscú también participa activamente en la búsqueda de una solución política a la crisis siria, tanto a través de consultas internacionales como acogiendo negociaciones intersirias.