"Nadie puede darnos garantías de que las armas, que los aliados suministrarán al PYD, no caen en manos del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), calificaremos la ayuda al PYD como una medida contra Turquía", dijo Davutoglu, citado por el diario Hurriyet.
El primer ministro advirtió que "si nos enteramos de que estas armas llegan al norte de Irak y se usan allí, las destruiremos, dondequiera que se encuentren (…), estas armas provocarán daños a nuestros soldados, policías y ciudadanos".
"Hace cinco o seis meses se podía distinguir el PYD y el PKK, ahora carece de sentido", dijo Davutoglu señalando que si EEUU suministra ayuda a estos partidos Turquía "emprenderá en Siria las mismas medidas que en el norte de Irak".
La situación en Turquía se agravó tras el atentado del 20 de julio, cometido por el Estado Islámico en la frontera con Siria, y los asesinatos de policías en las provincias surorientales turcas, de los que el PKK, organización declarada terrorista en Turquía, asumió la responsabilidad.
El 24 de julio, Turquía comenzó a bombardear las posiciones del PKK en el sudeste de Turquía y en el norte de Irak.