Neuber explica que este canal de televisión ocupó durante años una posición bastante marginal, pasando desapercibida para el público alemán y sin ser capaz de competir con las grandes cadenas de televisión internacionales, los que llevaron a varios recortes de presupuesto y personal.
Tema: Situación en Donbás
Pero según el articulista, la crisis en Ucrania y el nombramiento como director del antiguo corresponsal en la OTAN de la televisión pública alemana, Peter Limbourg, proporcionaron a la DW un nuevo objetivo, de tal modo que "las agresivas declaraciones de Limbourg" sobre Rusia "surtieron efecto: el presupuesto (de DW) crecerá 12 millones de euros para el año 2016".
Limbourg, escribe Neuber, pretende convertir a la DW en un "buque insignia" de los medios alemanes "dirigido contra Rusia": "para conseguir los recursos necesarios podrían suprimirse numerosos pequeños programas de la cadena para Asia Central, Latinoamérica e incluso China".
El 22 de junio DW anunció en su página web un cambio de imagen y de programación, suprimiendo varios programas y ampliando el número de informativos.
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El pasado 15 de diciembre unos 600 empleados de la cadena, apoyados por los sindicatos, se manifestaron frente a la Puerta de Brandeburgo en Berlín contra los recortes y las precarias condiciones de trabajo.
"El repentino cambio en la orientación de Deutsche Welle es parte de una estrategia global del Gobierno alemán y la Unión Europea para los Estados de la así llamada Asociación oriental", señala el colaborador de Telepolis en referencia a los antiguos países del Bloque oriental, de los que se espera "que estén vinculados política y económicamente a la UE, y con ello más o menos a la OTAN".
En particular, DW busca dirigirse a los rusos que viven en las repúblicas bálticas (Estonia, Letonia y Lituania), Polonia y Ucrania.
Neuber menciona las declaraciones de un coronel del Ejército alemán: "Una Deutsche Welle reforzada puede enviar de manera efectiva informaciones y señales de apoyo a los habitantes de Europa oriental, también a los millones de rusos que viven en el extranjero allí", dijo un coronel del Bundeswehr citado por el diario Handelsblatt.
Telepolis también apunta a que personal de la DW asistió probablemente a una reunión en Bruselas con el objetivo de diseñar una estrategia para contrarrestar la supuesta influencia de los medios rusos.
Sin embargo, Berlín se ha negado a proporcionar a la lista de asistentes o los criterios de selección de los participantes, a pesar de que existe una petición oficial para su publicación de la diputada de La Izquierda en el Bundestag (Parlamento) Heike Hänsel.
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El medio recuerda también los obstáculos a los que se enfrentan recientemente los medios rusos en la Unión Europa para poder ejercer libremente el derecho a informar y señala la contradicción que eso supone con respecto a la libertad de expresión que las instituciones y medios de comunicación europeos aseguran defender.
Finalmente, Neuber explica la polémica en torno a una sesión de debate organizada por la Academia de la Deutsche Welle dedicada a Ucrania a comienzos de julio.
El periodista critica la parcialidad de los participantes, que "presentaron el nuevo militarismo en Ucrania occidental como ejemplo de compromiso cívico".
"La corresponsal de la radio pública alemana para Europa oriental, Sabine Adler, minimizó el peligro para los periodistas en la zona de influencia de Kiev", escribe Neuber: para Adler, "Oles Busina, el periodista crítico con el Gobierno asesinado a tiros en la capital, era más bien un actor político, y le parecía difícil ver este asesinato como una muestra de falta de libertad de prensa".
Telepolis indica que varios académicos y políticos expresaron sus quejas ante el panel.
"Esperaba que este acto de la Deutsche Welle hubiese sido utilizado para ejercer autocrítica periodística a la vista de la cobertura unilateral", lamentó Alexander Neu, diputado en el Bundestag por La Izquierda.
Neu agregó que este tipo de comentarios hacen temer "que la nueva orientación de la DW a Europa oriental obedece simplemente a motivos de propaganda" y apostilló que "para saber lo que es la censura y la manipulación mediática no hace falta irse hasta Rusia, es suficiente con ver cómo es a menudo la cobertura en los medios alemanes".
Deutsche Welle comenzó sus emisiones en alemán en 1953; desde 1992 emite también en inglés —tras absorver RIAS-TV (la emisora de televisión en el sector estadounidense)- y actualmente también lo hace en árabe y en español.
De acuerdo con datos de la propia cadena, DW tiene un alcance de 100 millones de personas a la semana.
Recientemente, DW ha sido criticada por periodistas críticos en Alemania por su cobertura de la guerra en Donbás, el conflicto en Siria o la crisis de deuda en Grecia.