El primer ministro volvió inmediatamente a su país tras este incidente.
"El lamentable acto de violencia contra el primer ministro de Serbia, Aleksandar Vucic, del que fui testigo, estuvo lejos del espíritu que sentí de la ceremonia solemne para rendir homenaje", indicó Eliasson.
El alto funcionario remarcó que este incidente no debería menoscabar las lecciones que ha dejado Srebrenica.
"El genocidio no debe volverse a repetir. La verdad y la reconciliación es el camino para evitar otra Srebrenica", reza el comunicado publicado este sábado por el servicio de prensa de la ONU.
Desde el Ministerio de Exteriores de Serbia han calificado este incidente como "un ataque contra toda Serbia".
"Esto es otra de las consecuencias negativas de la politización de este asunto que ha traído nuevas divisiones y el odio en lugar de la reconciliación", subrayó el canciller serbio Ivica Dacic.
A su vez, el alcalde de Srebrenica expresó su "profunda decepción" por lo ocurrido y le pidió disculpas al primer ministro serbio.
La Presidencia de Bosnia y Herzegovina lamenta el incidente y lo "condena rotundamente", dice una nota publicada el sábado en su página web.
La ceremonia de homenaje a las víctimas de la matanza de musulmanes en la ciudad bosnia de Srebrenica se celebra cada año el 11 de julio en el complejo memorial Potocari.
Este año en el acto tomaron parte unas 70 mil personas, entre ellas el expresidente de EEUU Bill Clinton, el vicesecretario general de la ONU Jean-Marie Guéhenno, los presidentes de Eslovenia, Croacia, Montenegro, Macedonia, el primer ministro serbio y el presidente del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia en la Haya, Teodor Meron.
Según estiman los expertos, las operaciones de las tropas serbiobosnias que dirigió el general Ratko Mladic en Srebrenica en julio de 1995 dejaron ocho mil musulmanes muertos.
El asedio de esta ciudad y la matanza fueron uno de los episodios más sangrientos de la guerra que tuvo lugar en Bosnia y Herzegovina (1992-1995).