"El tema de la seguridad energética es de importancia extrema para Serbia; habíamos puesto muchas esperanzas en South Stream y tras su cierre ahora buscamos nuevas fuentes; ahora Serbia estudia todos los gasoductos posibles, especialmente aquellos que pueden llevar gas ruso a Serbia, y uno de ellos es el Turk Stream", señaló.
Anteriormente el canciller serbio, Ivica Dacic, declaró que Belgrado está interesado en participar en el gasoducto Turk Stream y llamó a la UE a definir claramente su posición al respecto y no generar problemas.
El ministro de Energía de Rusia, Alexandr Nóvak, señaló que Rusa espera que la UE proponga sus variantes de construcción de su infraestructura gasística interna.
El embajador serbio en Moscú señaló que en la realización de este proyecto "surgen diversas dificultades que provienen de las relaciones de la UE respecto a Rusia" y expresó su esperanza que este tema sea resuelto con consideración de los intereses de ambas partes.
"Confiamos que durante las conversaciones entre la UE y Rusia se establezca un compromiso que tome en consideración los intereses de los países balcánicos, de Europa Central, para los cuales el gas ruso es de extrema importancia, tales como Grecia, Macedonia, Serbia, Hungría, Austria; hasta el momento no hay una solución definitiva, el tema se discute y esperamos que sea resuelto tanto a favor de Serbia y todos estos países, como de la propia Rusia", destacó el diplomático.
Según el embajador, "es muy importante que la UE y Rusia lleguen a un acuerdo sobre las condiciones de suministro de gas a Europa", por lo cual a Serbia no le queda más remedio que esperar.
Este proyecto presupone la construcción de un gasoducto con una potencia de 63.000 millones de metros cúbicos anuales desde Rusia hacia Turquía, cruzando el mar Negro.
El gasoducto, con una extensión de 1.100 km consistirá de 4 líneas y llevará hasta la frontera de Turquía y Grecia hasta 47.000 millones de metros cúbicos de gas.
Se prevé que en la frontera de Turquía y Grecia se cree un hub gasístico, y los países de la UE se ocupen por su cuenta de distribuir el gas en sus territorios.
En 2014 Gazprom suministró a Serbia 1.500 millones de metros cúbicos de gas.
En 2013 se firmó un acuerdo de largo plazo para suministro de gas ruso a Serbia por un volumen de 1.500 metros cúbicos anuales en el transcurso de 10 años.