"La decisión final todavía no se ha tomado, las conversaciones continúan, pero en principio Serbia está interesada", dijo.
En diciembre de 2014, Rusia anunció el cierre del proyecto South Stream, por lo que calificó como posición no constructiva de la Unión Europea. La ruta debía pasar por el fondo del mar Negro hasta Bulgaria y de allí a los países balcánicos, Hungría, Austria e Italia.
Como alternativa se propuso el proyecto Turk Stream que prevé la construcción de un gasoducto de Rusia a Turquía y la creación en la frontera con Grecia de un depósito de gas para los consumidores del sur de Europa, que tendrán que crear una infraestructura de transporte de gas en su territorio.
La nueva estructura tendría capacidad para trasegar anualmente 63.000 millones de metros cúbicos de gas.
Cuando entre en servicio la primera línea del gasoducto, hacia diciembre de 2016, Turquía podrá recibir al año 15.750 millones de metros cúbicos.