El pasado 3 de junio estos mismos medios revelaron la existencia y gran parte de los anexos del hasta entonces desconocido TiSA.
"Un acuerdo todavía más antidemocrático y neoliberal que el transatlántico TTIP" y que condicionará "el 68,2% del comercio mundial de servicios".
Tema: Protestas contra el TTIP
Casi un mes después, Wikileaks filtra el "Core Text del TiSA"; es decir, el cuerpo central de un acuerdo cuyo punto número 3 del Articulo I-I estipula que "en el cumplimiento de las obligaciones y compromisos bajo el Acuerdo, cada partícipe [país firmante del acuerdo] debe adoptar todas las medidas razonables a su disposición para asegurar su cumplimiento por los gobiernos regionales y locales y por las autoridades y organismos no gubernamentales dentro de su territorio".
Según la catedrática de Derecho de la Universidad de Auckland, Jane Kelsey, citada por el diario español, "las reglas centrales del acceso a los mercados [establecidas por el TiSA] restringen la capacidad de los gobiernos para moldear esos mercados limitando el tamaño o el crecimiento de determinadas actividades, tales como bancos, franquicias turísticas o hipermercados, tanto a nivel nacional como local, y tanto si son de propiedad nacional como extranjera".
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La gente no es considerada como "ciudadanos o miembros de sus comunidades", sino simplemente como "consumidores".
Con estos acuerdos, los gobiernos que negocian el TiSA renuncian "a su derecho soberano de dar preferencia a los proveedores locales de servicios estratégicos o de necesidad pública, como la educación, la sanidad, las telecomunicaciones, la energía o los abastecimientos urbanos".
También "renunciarán al poder de limitar la inversión extranjera en sectores clave o de requerir mayorías nacionales en los consejos de administración y en los accionariados de los sectores de los que dependa la seguridad nacional", según se desvela en la filtración de Wikileaks.