"Tenemos la intención de seguir contribuyendo a la resolución pacífica de situaciones de crisis, en particular en países de Oriente Próximo y del Norte de África (…); vamos a continuar con estos esfuerzos, en particular ofreciendo Moscú como escenario del diálogo entre el Gobierno y la oposición en interés de la paz y la concordia nacional en Siria", dijo el canciller.
Rusia también continuará apoyando a países de la región para hacer frente a las amenazas extremistas y terroristas, agregó.
En lo que va de año, Moscú ha acogido dos rondas de consultas intersirias.
La segunda de estas reuniones culminó el pasado 9 de abril con la aprobación de un documento de 10 puntos que reafirma la necesidad de resolver la crisis siria "a través de la vía política y sobre la base de un consenso que se apoye en la declaración de Ginebra del 30 de junio de 2012".
Desde marzo de 2011, Siria vive un conflicto armado que ha costado la vida a más de 200.000 personas, según la ONU.
Las fuerzas del Gobierno de Bashar Asad se enfrentan a diversos grupos, incluido el Estado Islámico que proclamó el año pasado la creación de un califato en las zonas ocupadas de Siria e Irak.