Indonesia ejecutó esta madrugada a ocho condenados por tráfico de drogas, entre ellos siete extranjeros: dos australianos, un brasileño, tres nigerianos y un ghanés.
"Una vez más llamamos en los términos más enérgicos a Indonesia a restaurar la moratoria sobre la pena de muerte", dijo precisando que "es extremadamente lamentable y triste que esta gente fuera privada de la vida".
Según Colville, "conforme a la legislación internacional, la pena de muerte castiga los crímenes de máxima gravedad, incluido el homicidio intencional; los delitos relacionados con las drogas no se consideran como tales".
El portavoz precisó que "Indonesia pide la clemencia cuando sus propios ciudadanos se enfrentan a la ejecución en otros países, por eso es incomprensible que deniegue la clemencia por delitos menos serios en su territorio".
En Indonesia rigen leyes rigurosas contra el narcotráfico. Además de los ocho fusilados esta mañana, el país ejecutó el 18 de enero pasado a seis reos condenados por narcotráfico, entre ellos ciudadanos de Brasil, Malaui, Nigeria, Holanda, Vietnam e Indonesia.
En febrero Indonesia aplazó la ejecución de dos australianos, dos nigerianos, un brasileño, un español, un filipino, un francés, un indonesio y un ciudadano de Ghana hasta la conclusión de examinar sus apelaciones.
El mandatario del país, Joko Widodo, indicó en reiteradas ocasiones que Indonesia sufre una situación de emergencia con el narcotráfico. Conforme a los datos oficiales, 4,5 millones de indonesios son drogadictos, y cada día mueren entre 40 y 50 personas por esta causa.