"Estos dos buques no solo no representan amenaza alguna para los países europeos, sino que podrían ayudar a la Armada rusa a integrarse en misiones humanitarias o en las operaciones contra la piratería bajo la autoridad de la ONU", por tanto "sería interés tanto político como económico de Francia y (…) de Europa suministrarlos", dijo a Sputnik Nóvosti al comentar las declaraciones del presidente ruso Vladímir Putin durante su anual "línea directa" con los ciudadanos.
En cuanto al contrato con Francia, el mandatario ruso afirmó el pasado jueves que, aunque la renuncia a suministrar los buques de acuerdo al contrato vigente es una mala señal, Rusia parte de que "el Gobierno y los franceses en general son personas decentes y nos devolverán el dinero" y descartó que Rusia exija compensar todos los daños o multar a Francia.
Según Sapir, esta declaración del líder ruso "está llena de buen sentido" y "va en la dirección del apaciguamiento".
El contrato por 1.200 millones de euros para entregar dos buques Mistral a Moscú fue firmado en el 2011 por la empresa francesa DCNS y la rusa Rosoboronexport.
El presidente francés, François Hollande, suspendió la entrega del primero de los dos buques, el Vladivostok, prevista inicialmente para el 14 de noviembre pasado, tras la escalada de tensión en Ucrania.