La ONU ha alertado de que la situación de los 18.000 refugiados que siguen viviendo en Yarmuk es "peor que inhumana".
La presidenta del Consejo de Seguridad de la ONU, integrado por 15 miembros, la embajadora de Jordania ante este organismo, Dina Kawar, ha pedido "la protección de los civiles, el acceso humanitario (al campo) y asistencia para salvar vidas".
Un informe de la Agencia de la ONU para los Refugiados palestinos (UNRWA) entregado al Consejo de Seguridad indica que la situación en Yarmuk es "más desesperada que nunca".
Algunos observadores en la zona calculan que el 90% del campo de Yarmuk se encuentra ya en manos del EI.
El embajador palestino ante la ONU, Riyad Mansour, ha indicado que salvar a los refugiados es la principal prioridad del gobierno palestino e hizo un llamamiento a los países miembros de Naciones Unidas a que reubiquen a los refugiados en otro lugar de Siria o en el extranjero.
Debido a su ubicación estratégica, el gobierno sirio siempre ha temido que los rebeldes podrían utilizar el campo de Yarmuk como un trampolín para meterse en el corazón de la capital siria. Si el EI controla el 90% de Yarmuk, este grupo yihadista estaría más cerca que nunca del centro de Damasco.
Ahmed Majdalani, funcionario de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), ha indicado que una delegación de este organismo está en camino hacia Damasco para negociar un corredor humanitario con el gobierno y las facciones palestinas en el campo.
"La situación en el campo va más allá de lo inhumano. No hay comida, no hay agua y hay muy pocas medicinas", ha denunciado el portavoz de la UNRWA, Chris Gunness.
"La gente se esconde en sus casas, hay combates en las calles. Hay informaciones sobre bombardeos. Esto tiene que pararse y los civiles deben ser evacuados", ha subrayado Gunnes.