"No puede menos que extrañar a las personalidades oficiales y medios de Occidente que cargan infundadamente los incidentes con cloro en Siria sobre Damasco, declarando que la resolución 2209 del Consejo de Seguridad es por poco la última advertencia a las autoridades sirias tras la cual sobrevendrán sanciones previstas en el Artículo VII de la Carta de la ONU", dice un comunicado que la Cancillería ha emitido en su web.
También señala que la resolución 2209 aprobada el 6 de marzo por el Consejo de Seguridad de la ONU no declara culpable a ninguna de las partes en conflicto en Siria porque no existen pruebas de peso de tal culpabilidad.
Además recuerda que una misión especial de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas seguirá investigando en Siria las denuncias sobre el uso de agentes químicos, incluida la información que presentó en diciembre de 2014 el Gobierno de Bashar Asad, según la cual las instalaciones con depósitos de cloro fueron tomadas por unos grupos de la oposición armada para organizar provocaciones y atentados.
La Cancillería indica que se han registrado casos similares en varias ocasiones en Irak.