"Brasil deplora las enormes perdidas humanas y la destrucción de infraestructura y de patrimonio histórico y cultural en un país hermano", declaró el inicio del comunicado oficial en el que se defiende la posición del Gobierno brasileño de "apoyar una solución política negociada e inclusiva respaldada por las Naciones Unidas y poner fin al sufrimiento del pueblo sirio y sus aspiraciones".
Por otra parte, el Ministerio de Exteriores de Brasil reiteró su "completo apoyo" al trabajo del Representante Especial Conjunto de las Naciones Unidas y de la Liga de Estados Árabes para Siria, Staffan Mistura, así como a la Comisión Internacional Independiente para Siria presidida por el brasileño, Paulo Sérgio Pinheiro.
Por último, Brasil quiso reiterar su compromiso en la acogida de refugiados sirios, que en 2014 fue el mayor colectivo de refugiados en el país con 1.183 permisos de asilo concedidos, y en el envío de alimentos y medicamentos para aliviar la situación humanitaria en Siria y países vecinos.