A principios de febrero, en la zona desmilitarizada de Idlib (Siria), creada en 2018, aumentó la tensión debido a un intercambio de ataques entre los militares turcos y sirios que se produjo en medio de la ofensiva del Gobierno sirio para recapturar esa provincia, el último bastión de terroristas y rebeldes.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, amenazó en varias ocasiones con comenzar una operación militar en Idlib a menos que Damasco cesara su operación en esta provincia y retirara sus tropas de los puestos de observación turcos antes de finales de febrero.
Siria rechaza la presencia turca, a la que considera una violación de su soberanía.