"Da la impresión de que la misma idea sobre la posible implementación del acuerdo ruso-turco sobre una zona de distensión en Idlib causa tanta irritación de Washington que está listo para utilizar cualquier pretexto para incitar la histeria antirrusa y socavar la solución política en Siria", dijo en una rueda de prensa.
Hizo esta declaración al comentar los recientes contactos entre los políticos estadounidenses y la controvertida ONG Cascos Blancos, recordando que "estos contactos suelen terminar con grandes problemas en la región en forma de ataques de falsa bandera".
Además, precisó Zajárova, el 17 de marzo el vice secretario de Estado de EEUU, Stephen Biegun, recibió al líder de los Cascos Blancos a pesar de las restricciones para los contactos con los extranjeros en medio del brote del coronavirus.
En su opinión, "los encuentros mencionados se celebraron en el contexto de una nueva campaña de información antirrusa de Washington debido a la situación en la zona de distensión en Idlib".
Los Cascos Blancos, que reciben un amplio apoyo en Occidente, oficialmente declaran que su objetivo es el rescate de los civiles en las zonas de conflictos armados.
Sin embargo, el Ministerio de Exteriores ruso califica la labor del organismo como un elemento de la guerra informativa que va dirigida en contra de las autoridades sirias.
El Ministerio de Defensa ruso considera además que esa entidad está implicada en la escenificación de los supuestos ataques químicos en las localidades sirias de Jan Sheijun en 2017 y Duma en 2018.