El 14 de agosto el puente Morandi, de casi 50 metros de altura, se desplomó en la ciudad italiana de Génova, sepultando a decenas de vehículos provocando 43 fallecidos. La operación del desescombro en la escena de la tragedia terminó el 19 de agosto.
El municipio de Génova declaró dos días de luto por el derrumbe.
El presidente de Italia, Sergio Mattarella, calificó el colapso del viaducto como "una desgracia espantosa y absurda".