El 25 de marzo la Policía alemana detuvo al expresidente catalán, Carles Puigdemont, cuando el político intentaba entrar al país desde Dinamarca.
El Gobierno español confirmó el arresto de Puigdemont y la Fiscalía anunció que ya está trabajando para su extradición.
El dirigente independentista se trasladó en octubre de 2017 a Bélgica para evitar su posible detención por parte de las autoridades españolas, luego que la Justicia lo acusase de alentar desde su cargo un movimiento de "insurrección activa" con el objetivo de proclamar la independencia de Cataluña.