El 23 de enero, el jefe de la Asamblea Nacional de Venezuela (parlamento unicameral, de mayoría opositora y actualmente en desacato), Juan Guaidó, se proclamó "presidente encargado" del país durante una manifestación en las calles de Caracas.
Maduro calificó la declaración de Guaidó de un intento de golpe de Estado y responsabilizó a EEUU de haberlo orquestado.
EEUU y varios países de la región reconocieron el estatus de Guaidó como jefe de Estado interino. A su vez, Maduro anunció la ruptura de las relaciones diplomáticas con Washington.