El pasado 22 de marzo, un grupo de hombres armados dispararon contra una multitud reunida en la sala de conciertos Crocus City Hall, a las afueras de Moscú. Luego prendieron fuego al edificio, lo que, según el Ministerio de Emergencias, afectó a un área de casi 13.000 metros cuadrados. Además de los más de 140 muertos, el ataque dejó heridas a unas 180 personas.
Ha sido el atentado terrorista más mortífero en Rusia en casi 20 años.