Tras la victoria el 11 de agosto del Frente de Todos —la oposición kirchnerista— en las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), el peso argentino sufrió una abrupta caída hasta su mínimo histórico.
La divisa argentina se desplomó tras la apertura de los mercados. La devaluación del 25% del peso argentino colocó al dólar en 60 pesos.