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Es un error estratégico [colocar] una tarifa de 25%. El principal impacto es que millones de familias en EEUU tendrán que pagar 25% más [por los productos]", afirmó este 31 de enero en conferencia de prensa el secretario de Economía de México, Marcelo Ebrard, al referirse al
tema arancelario.
El funcionario mexicano expresó que este efecto sería visible en el supermercado, en los autos, camionetas, así como equipos electrónicos, electrodomésticos y médicos. México es el principal exportador de autos, computadoras, televisores y refrigeradores del país norteamericano, por lo que la imposición de los aranceles afectaría a millones de familias, particularmente de California, Texas, Florida y Arizona.
De acuerdo con
datos del Banco de México, la participación de EEUU en las exportaciones mexicanas asciende a un 83,1%, mientras que la del país norteamericano en las importaciones nacionales representa alrededor del 40,2%, dando así una balanza comercial neta de 277.922 millones de dólares tan solo en 2024.
En entrevista con Sputnik, Moritz Cruz Blanco, doctor en Economía por la Universidad de Manchester, aseveró que el
golpe económico para ambas naciones
dependerá de qué productos y en qué medida se impondrán los aranceles prometidos por Trump.
De acuerdo con la Secretaría de Economía, la principal venta de México a Estados Unidos en 2023 fue de partes y accesorios de vehículos automotores, por un valor de 35.979 millones de dólares.
Aunque el doctor Cruz Blanco señaló que "no sería lo mismo" que Estados Unidos grave los bienes manufacturados que los alimentos, lo cierto es que EEUU deberá tener, también, capacidad de respuesta para sustituir dichos productos.
"Por ejemplo, si grava el aguacate, EEUU no tiene quien sustituya la cantidad de demanda a Estados Unidos; es decir, incluso con el arancel, se puede seguir demandando la misma cantidad y, ¿quién se vería afectado? Pues nada más sería el consumidor estadounidense", explicó.
Sobre si la imposición de aranceles generaría una posible crisis económica en México, Moritz Cruz explica que las economías de ambos países están tan ligadas, que
si se contraen las exportaciones, se van a contraer las importaciones, lo cual generaría un equilibrio en la balanza comercial que
no traería mayores consecuencias a la nación latinoamericana a nivel macroeconómico.
Sin embargo, abundó que la decisión de imponer aranceles podría generar pérdida de empleos, ya que una de las consecuencias de gravar bienes es que se reduce la compra de los mismos, lo cual se traduce en menos producción.
"La parte de los empleos sería, digamos, el efecto más directo, pero a nivel agregado, no creo que haya, macroeconómicamente hablando, un problema sustancial", ponderó.
Además, dijo, desde el comienzo de la pandemia por COVID-19, en el 2020, el mercado doméstico en México "tiene una dinámica muy importante" que se ha convertido en el motor del tipo crecimiento que ha tenido el país.