En diálogo con Sputnik, el sociólogo y analista político colombiano Giovanni Molano Cruz apuntó que "se puede observar cierta inercia" en la respuesta de la OEA y Prosur a la pandemia de coronavirus, al igual que en la postura de varios países latinoamericanos.
Para Molano Cruz, "con el nuevo lustro de Almagro en la OEA, la organización seguirá sin ninguna novedad, manteniendo como estandarte su posición parcializada para una salida a la crisis venezolana". El sociólogo aventuró que la permanencia del uruguayo incluso "resulte eficaz para incrementar su desgaste y el de la organización".
En medio de ese contexto, Molano Cruz dijo que cree que "desde la OEA no se ha escuchado ninguna reacción, o propuesta concreta, para enfrentar la peste".
Sin embargo, el analista consideró que en su accionar Prosur "conserva su esencia fundacional de némesis al Gobierno de Nicolás Maduro". En ese sentido, Molano Cruz mencionó como "al día siguiente de la declaración conjunta, el 18 de marzo, Jair Bolsonaro cerró su frontera con Venezuela arguyendo las mismas razones que Iván Duque cuatro días antes: contener el coronavirus".
Molano Cruz lamentó que "en tiempos de guerra contra el virus no se vislumbra una tregua política que podría salvar vidas en Venezuela y en sus fronteras brasileña y colombiana".
En contrapartida, valoró que Caracas y Bogotá hayan podido entablar cierta coordinación de acciones con la mediación de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Izquierdas, derechas y autoritarismos ante la pandemia
Para el profesor de la Universidad Nacional de Colombia y coordinador del Grupo de Relaciones Internacionales de la Asociación Latinoamericana de Ciencia Política, pueden identificarse "matices" en la forma en que los gobiernos latinoamericanos de izquierda y derecha han respondido a la crisis sanitaria.
"En Argentina el peronista Alberto Fernández, con una muy delicada situación económica en su país, ha buscando volcar todo el estado para encarar la pandemia. En las antípodas estarían el chileno Sebastián Piñera y el colombiano Iván Duque quienes han buscado enfrentar la peste salvaguardando la economía", señaló.
El especialista añadió que, mientras Colombia optó por solicitar una línea de crédito al Fondo Monetario Internacional (FMI) por 11.000 millones de dólares, Argentina analiza colocar un impuesto a las grandes fortunas en el país.
Allí planteó otra comparación, señalando que mientras un Gobierno autodenominado de izquierda como el de Maduro tiene "instituciones minadas en su capacidad de ofrecer protección y bienestar a los venezolanos", en Brasil existen instituciones públicas que, en sus expresiones locales, han sido capaces de enfrentar la crisis a pesar de las posturas del presidente Jair Bolsonaro.
El colombiano planteó otro eje de análisis relacionado a las "derivas autoritarias" que parecen aparecer en el marco del combate al coronavirus. Molano Cruz mencionó entonces al presidente peruano Martín Vizcarra, que desde el 18 de marzo decretó sucesivos toques de queda que limitaron derechos constitucionales como el de movilidad y reunión. Medidas del Gobierno transitorio de Bolivia y del mandatario salvadoreño Nayib Bukele también recortaron garantías fundamentales.
Asimismo, se registraron abusos policiales y militares en el marco de la pandemia en Chile y en Colombia.
"En situaciones extraordinarias los gobiernos, bajo regímenes democráticos, contienen la potestad de limitar temporalmente libertades y adoptar medidas de emergencia. Pero legisladores, jueces y ciudadanía no pueden dejar perder su capacidad de control y supervisión de los ejecutivos. El estado incluye a unos —ciudadanos— y otros —poderes legislativo, ejecutivo y judicial—.", reflexionó.
¿Habrá crisis después de la pandemia?
Para Molano Cruz, la crisis sanitaria desatada por el coronavirus se diferencia de otras crisis económicas y políticas mundiales en que, "desde una perspectiva global" no provocará escenarios de conflictos sociales y políticos. Sin embargo, remarcó que sí habrá "consecuencias críticas" en el plano individual, "en la vida real y cotidiana de miles de familias latinoamericanas y caribeñas".
El analista señaló que "probablemente" el final de la pandemia dará lugar a la continuidad de "la tendencia de movimientos y protestas sociales expandidos por toda la región" que ya caracterizaba a América Latina desde 2019.
"Terminada la peste se seguirá reivindicando entonces, quizás con mayor fuerza, más y mejor inversión para los sistemas de salud, mayor protección del ambiente y la naturaleza, pensiones dignas, educación y garantías laborales universales. Y tal vez también seamos más responsables en la elección de nuestros gobernantes", concluyó.