"El incremento de la capacidad de refinación para ser autosuficientes en el suministro de gasolinas necesita de una inversión importante en las seis plantas actuales del país para hacerlas eficientes y reducir los paros técnicos que merman su producción", dijo a esta agencia Edgar Murga, consultor de la firma Energy Connect.
"Coincidimos con el nuevo Gobierno en que debe hacer una inversión necesaria, porque la apertura a la inversión privada y extranjera en el sector, convirtió a Pemex en una empresa productiva del Estado, obligada a ser competitiva y generar utilidades", dijo Murga.
Sin embrago, sobre el plan de López Obrador de construir una séptima refinería en el puerto petrolero de Dos Bocas en las costas del Golfo de México (sudeste) "tenemos reservas, hay que analizar detenidamente su función y sopesar el acceso al suministro que tenemos de combustibles de EEUU en el norte del país, lo cual no implica dependencia", dijo el experto.
México cierra el año con una importación promedio del 80% de su consumo interno de gasolinas, diésel y turbosina, que asciende a 880.000 barriles diarios de petrolíferos.
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Pemex aporta solo el 20% restante de las gasolinas, informó la secretaria federal de Energía, Rocío Nahle.
El experto Murga considera que "la reconfiguración de las seis refinerías podría generar una autosuficiencia mediana", de 40 o 50% del suministro, niveles registrados hace una década.
Sin embargo, el costo total de construir una nueva refinería, unos 6.000 millones de dólares, "es muy elevado para el gasto público y no sabemos si es posible que se termine en esta administración" que finaliza en 2024, observó.
Murga apunta que el precio de las gasolinas en México se incrementa por el llamado Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios, que el presupuesto del Gobierno necesita "porque aún no se amplía la base de contribuyentes".
Seguridad energética
El plan gubernamental "es una estrategia de seguridad energética para que las importaciones de gasolina sean menores y la producción de petrolíferos sea más barata", dijo a Sputnik el experto en legislación petrolera de la firma E&M Business Lawyers, Edgar Espejel.
Los proyectos energéticos "también dependen del incremento de la producción mexicana de crudo, determinada por las variaciones de los precios internacionales del petróleo", observó.
Hace 15 años que no se logra frenar la caída de la extracción petrolera, "y si no sube la producción de crudo es difícil que se cumpla la meta de autoabastecimiento de gasolinas y diésel", puntualizó.
El consultor del portal especializado Petroleumworld, Alexis Juárez Cao, recordó que durante dos décadas "los gobiernos mexicanos invirtieron en modernizar las refinerías para procesar más crudos ligeros en vez de crudos pesados".
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Juárez Cao, posdoctorado en energía por el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de México, afirma que en las anteriores modernizaciones "se invirtieron miles de millones de dólares, y sería un error volver a reconfigurarlas todas para volver a procesar solo petróleo pesado nacional".
La producción petrolera nacional se compone de 60% de crudos pesados, 30% de petróleo semipesado y menos del 10% de crudos ligeros, explicó.
Esa característica llevó al Gobierno anterior a importar unos 100.000 barriles diarios de crudo ligero de EEUU, con menos impurezas, para producir gasolinas menos contaminantes.
Juárez Cao recomienda seguir utilizando la infraestructura disponible para "procesar crudo ligero importado y producir la gasolina que necesita el mercado nacional a costos más bajos que la gasolina importada de EEUU".
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Esa combinación le daría tiempo a Pemex para construir su nueva refinería, de tres a seis años, añadió.
Finalmente, comentó que la meta gubernamental de elevar la producción a 2,4 millones de barriles diarios para 2024 es un rango incluso menor a los 2,5 millones que se producían en 2013.
La caída a los 1,8 millones de barriles actuales representa un 26% menos en seis años, pero la importación de gasolinas aumentó 60% en el sexenio, indicó.
El presidente López Obrador ha dicho que en 2019 la producción podría "tocar fondo", a 1,5 millones de barriles por día, para luego comenzar la recuperación.