El pasado 1 de julio se decidió el rumbo de México para los próximos 6 años, la gente votó por un cambio radical en nuestro país: la bienvenida a la izquierda y a AMLO. Somos afortunados o desafortunados (según nuestras preferencias) de vivir un cambio político tan impresionante en la historia de nuestra nación, pues ver al priísmo y al panismo derrotados con 30 millones de votos para apoyar al tabasqueño nos hace ver que la gente estaba harta del pasado y busca un nuevo auguro con la promesa de la cuarta transformación.
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La reforma educativa será desaparecida por completo, retrocediendo a las épocas doradas de los 70 y 80 del siglo pasado. Creo yo, que habíamos avanzado en materia educativa con los cambios realizados de Aurelio Nuño y las evaluaciones a los docentes.
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Con la abolición de dicha reforma, regresará el poder de las plazas y el sindicalismo con el compadrazgo del Gobierno, todo esto para tener tranquilos a los profesores y a Elba Esther, pues su regreso es más que inminente ya con el sexenio de López Obrador.
Ahora, se revisarán los contratos y se seguirá con los inversionistas que no hayan tenido vinculo de corrupción con el sexenio pasado.
El tema neoliberal es algo que es criticado, pero no se podrá cambiar del todo fácilmente en los seis años del Gobierno que viene llegando. Cambiar un modelo económico e ideología de mercado no es tan fácil como parece, se tendrán que cambiar los mecanismos de hacer comercio y que la moneda mexicana se acostumbre al efecto 'obradorista'. Se tiene que respetar la autonomía de Banxico y las decisiones que se tomen internamente, y también no llenar al Banco Central de gente que tiene que ver con el Gobierno de Morena.
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Estoy viendo un cambio en cómo se va a manejar la economía, puede haber un proteccionismo que sea paralelo al de abrirse al mercado internacional, pero con cláusulas y que de verdad representen un beneficio para el mexicano. La SHCP tendrá que buscar los mecanismos indicados para recaudar impuestos sin afectar con más al mexicano (esto prometió AMLO). La gasolina bajará cuando ya se hayan construido las refinerías que pretende construir el nuevo Gobierno, pero, usando la lógica, tardaría todo esto alrededor de seis u ocho años, poniendo en riesgo la promesa y haciendo que si suba la gasolina durante su sexenio. Ya sin un estimulo de Hacienda, ¿bajará por arte de magia?
La activación del sector público y privado serán un brazo fuerte para que haya empleos y menos pobreza. Algunos programas sociales que eran implementados anteriormente seguirán su curso, pero habrá otros que serán creados y estimularán a los más necesitados. ¿Se les dará todo en las manos o habrá programas sociales para que trabajen y no solo reciban todo gratis? Todos debemos portar algo al país y a la economía, ¿no?
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En temas de seguridad se hará lo posible por crear a la Guardia Nacional y entrar a una 'militarización' en México, pues se dio cuenta el presidente que no hay los mecanismos para regresar al Ejército a sus cuarteles. Nos demostró y nos presumió que él es el jefe supremo de las Fuerzas Armadas de México, tratándonos de decir que él manda y nadie más.
La política exterior aplicará la Doctrina Estrada y tratará de tener la amistad de todos los pueblos, respetando la soberanía y los procesos internos de los demás. Estados Unidos será fundamental, pero se abrirá a China para contrarrestar el proteccionismo de Trump.
México se abrirá al mundo
El presidente no buscará reelegirse, al contrario, en dos años y medio le preguntará 'al pueblo bueno' si quiere que siga o que pida licencia (así prometio). "El pueblo quita y el pueblo pone". Es algo bastante populista y demagogo, pero estoy completamente seguro que sí terminará su mandato como lo marca la Constitución.
Cambiará la Constitución como le plazca para poder realizar los ideales de su proyecto de nación. Afectará intereses de los ricos y tal vez se fuguen capitales, pero tendrá al pueblo como defensa para seguir adelante (hay limites, pero estoy seguro que el apoyo será incondicional).
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Andrés Manuel no tiene pinta de Juárez o Cárdenas; puede tener un poco de Madero, pero al que se parece en su forma de ser y por lo que quiere realizar, es sin duda alguna, la reencarnación de Luis Echeverría.
¡Presidente, presidente, presidente!…
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK