"La denuncia fue presentada por la abogada Valeria Carreras", adelantaron fuentes judiciales consultadas por Sputnik.
Carreras pidió al Laboratorio de Seguridad de Comunicaciones de esta universidad que realizara el informe a raíz de las sospechas de las esposas de dos tripulantes, que detectaron "cosas extrañas" en sus conversaciones telefónicas.
El análisis concluyó que una de esas líneas telefónicas estaba pinchada.
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La línea "estaba interceptada por una computadora que reaccionó atacando a la computadora del laboratorio con contramedidas típicas de los Interception Management Systems", sostuvo el estudio.
La denuncia, avalada por un estudio pericial del ingeniero Ariel Garbarz, recayó en el juzgado federal de Daniel Rafecas.
En otra causa judicial, la magistrada federal Marta Yáñez investiga la desaparición del navío, que se comunicó por última vez con su base cuando se encontraba a 432 kilómetros de la costa a la altura del Golfo de San Jorge (sureste).
Ese lugar se encuentra al límite de la plataforma continental argentina, donde el fondo del mar se inclina de manera muy pronunciada, en lo que se conoce como talud, hasta alcanzar una profundidad de más de 3.000 metros.