Paraguay sería un "centro logístico en materia de seguridad" para EEUU en Sudamérica
Paraguay sería un "centro logístico en materia de seguridad" para EEUU en Sudamérica
Sputnik Mundo
El acuerdo de cooperación en materia de Defensa presentado días atrás por los Gobiernos de EEUU y Paraguay no sólo podría habilitar la operación "con... 23.12.2025, Sputnik Mundo
El acuerdo, denominado SOFA (Acuerdo sobre el Estatuto de las Fuerzas por sus siglas en inglés), había sido presentado en Washington por el canciller paraguayo, Rubén Ramírez Lezcano, y el propio secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio. Si bien el Gobierno paraguayo aún no divulgó el texto del acuerdo, el propio Ramírez Lezcano confirmó en conferencia de prensa que lo firmado otorga "inmunidad" a los efectivos militares y civiles estadounidenses que operen en territorio paraguayo."La propuesta es que las operaciones conjuntas tengan el marco regulatorio para inmunidad del personal militar y civil que atiendan a estas operaciones acordadas conjuntamente", se limitó a decir el canciller. En la misma comparecencia, el ministro de Defensa, Óscar González, aclaró, sin embargo, que el acuerdo no implica la instalación de una base militar ni que los militares de EEUU participen en operaciones militares concretas.¿Un acuerdo inconstitucional?En diálogo con Sputnik, el abogado y experto en seguridad y Derechos Humanos Jorge Rolón apuntó que, si bien todavía no se conocen los detalles del acuerdo rubricado por los países, los contenidos que se han dado a conocer indican que se trata de un acuerdo similar al que Washington firmó con otros países, como el caso de Ecuador.En ese sentido, consideró problemático lo incluido en relación a la "inmunidad" que tendrán los estadounidenses por posibles delitos cometidos en territorio paraguayo, algo que para el experto implica "una violación del principio de igualdad jurídica entre los Estados", dado que los estadounidenses gozarán de "un régimen de excepción" que no abarcará a sus pares paraguayos e impide que la Justicia paraguaya investigue a estos efectivos.Rolón apuntó, además, que la Constitución paraguaya diferencia claramente al control civil y la seguridad interna de la defensa nacional, no permitiendo que las Fuerzas Armadas se encarguen de la seguridad interna del país. Con este acuerdo, apuntó, se llegaría al "caso extremo" de delegar el control de la seguridad interna del país "a fuerzas militares extranjeras" cuando no existen amenazas externas que lo justifiquen.A pesar de que el Gobierno paraguayo fue enfático en negar la posibilidad de instalar una base militar estadounidense en el país, para Rolón el acuerdo puede servir para habilitar la libre operación de los militares norteamericanos sin la necesidad de apostar por una base.Para Rolón, el acuerdo SOFA podría permitir que los militares estadounidenses operen desde instalaciones militares paraguayas, evitando "esa parte poco atractiva desde lo simbólico" que suele ser la creación de una base extranjera en el país.Paraguay, creciente aliado militar de WashingtonLa analista internacional Julieta Heduvan coincidió en que la falta de información específica sobre el acuerdo dificulta prever exactamente cuáles serán sus alcances. En ese sentido, admitió que la amplitud del marco legal que otorga el acuerdo podría llegar a hacer pensar en acuerdos más profundos en el futuro.Además, recordó que no se trata del primer paso en ese sentido dado en los últimos meses. "Meses atrás se anunció la instalación de un Centro de Antiterrorismo con apoyo del FBI que operará desde Asunción, con el objetivo de investigar y controlar actividades de grupos trasnacionales", señaló.La analista reconoció que, si bien Washington ha sido un cooperador tradicional de Asunción en materia de seguridad y defensa, esto parece haberse acelerado en los últimos tiempos. "El último tiempo evidencia un interés mayor de EEUU por trabajar activamente con Paraguay, fortaleciendo los mecanismos de colaboración y asegurando su presencia en territorio paraguayo", comentó.También consultado por Sputnik, el politólogo Luis Fretes Carreras atribuyó esta aceleración en el vínculo a la "plena sintonía" que existe entre el Gobierno de Santiago Peña y la administración de Donald Trump, al punto que, enfatizó el analista, el actual mandatario paraguayo "se ha declarado fan absoluto de Trump y de todas sus políticas". Para el experto, ese alineamiento ha llevado incluso a Peña a modificar posturas históricas de Paraguay para garantizar apoyos a Washington en cuestiones vinculadas a Israel o Taiwán, entre otras.Heduvan y Fretes Carreras coincidieron en que es probable que la actividad estadounidense en Paraguay se centre en la zona de la Triple Frontera, región que conecta a las urbes de Ciudad del Este, en Paraguay, con Foz de Iguazú en Brasil y Puerto Iguazú en Argentina, y que Washington ha emparentado con operaciones vinculadas al terrorismo.Si bien esta operación podría mejorar la seguridad en una zona golpeada por el crimen en el país sudamericano, Fretes Carreras subrayó otra de las posibles consecuencias del acuerdo: la creciente molestia de Brasil.Un acuerdo que preocupa a BrasilEl experto rememoró que los gobiernos brasileños ya han expresado sus molestias en el pasado ante la presencia de militares estadounidenses en la zona, incluso a pesar de que en esas ocasiones llegaban por tiempos limitados, tal como prevé la Constitución paraguaya. Por eso, el analista aventuró que "si esto generó roces con Brasil en el pasado, ahora van a aumentar".Rolón, por su parte, advirtió que los países con cierto potencial militar y de defensa suelen ver con malos ojos la presencia de militares de otras potencias en países vecinos, por lo que la molestia brasileña es esperable.En una línea similar, Heduvan aclaró que Paraguay tiene la potestad de firmar este tipo de acuerdos con otros países sin la necesidad de consultarlo con sus vecinos. De todos modos, eso no quiere decir que una decisión como la adoptada no tenga repercusión en la región."Una presencia más fuerte de Estados Unidos en territorio paraguayo pone en alerta a los demás países, principalmente a Brasil, aunque difícilmente pueda manifestar abiertamente su molestia por el contexto actual, tanto interno como regional", aseveró.
El acuerdo de cooperación en materia de Defensa presentado días atrás por los Gobiernos de EEUU y Paraguay no sólo podría habilitar la operación "con inmunidad" de militares estadounidenses en territorio paraguayo, sino que podría acrecentar el malestar del Gobierno brasileño, advirtieron expertos consultados por Sputnik.
El acuerdo, denominado SOFA (Acuerdo sobre el Estatuto de las Fuerzas por sus siglas en inglés), había sido presentado en Washington por el canciller paraguayo, Rubén Ramírez Lezcano, y el propio secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio. Si bien el Gobierno paraguayo aún no divulgó el texto del acuerdo, el propio Ramírez Lezcano confirmó en conferencia de prensa que lo firmado otorga "inmunidad" a los efectivos militares y civiles estadounidenses que operen en territorio paraguayo.
"La propuesta es que las operaciones conjuntas tengan el marco regulatorio para inmunidad del personal militar y civil que atiendan a estas operaciones acordadas conjuntamente", se limitó a decir el canciller. En la misma comparecencia, el ministro de Defensa, Óscar González, aclaró, sin embargo, que el acuerdo no implica la instalación de una base militar ni que los militares de EEUU participen en operaciones militares concretas.
En ese sentido, consideró problemático lo incluido en relación a la "inmunidad" que tendrán los estadounidenses por posibles delitos cometidos en territorio paraguayo, algo que para el experto implica "una violación del principio de igualdad jurídica entre los Estados", dado que los estadounidenses gozarán de "un régimen de excepción" que no abarcará a sus pares paraguayos e impide que la Justicia paraguaya investigue a estos efectivos.
Rolón apuntó, además, que la Constitución paraguaya diferencia claramente al control civil y la seguridad interna de la defensa nacional, no permitiendo que las Fuerzas Armadas se encarguen de la seguridad interna del país. Con este acuerdo, apuntó, se llegaría al "caso extremo" de delegar el control de la seguridad interna del país "a fuerzas militares extranjeras" cuando no existen amenazas externas que lo justifiquen.
A pesar de que el Gobierno paraguayo fue enfático en negar la posibilidad de instalar una base militar estadounidense en el país, para Rolón el acuerdo puede servir para habilitar la libre operación de los militares norteamericanos sin la necesidad de apostar por una base.
"Se negó que esto implica una base militar, pero también puede ser un modo presentar la presencia de Fuerzas Armadas estadounidenses sin la necesidad de una base militar, algo que siempre tiende a generar rechazo", explicó el abogado.
Para Rolón, el acuerdo SOFA podría permitir que los militares estadounidenses operen desde instalaciones militares paraguayas, evitando "esa parte poco atractiva desde lo simbólico" que suele ser la creación de una base extranjera en el país.
Paraguay, creciente aliado militar de Washington
La analista internacional Julieta Heduvan coincidió en que la falta de información específica sobre el acuerdo dificulta prever exactamente cuáles serán sus alcances. En ese sentido, admitió que la amplitud del marco legal que otorga el acuerdo podría llegar a hacer pensar en acuerdos más profundos en el futuro.
Además, recordó que no se trata del primer paso en ese sentido dado en los últimos meses. "Meses atrás se anunció la instalación de un Centro de Antiterrorismo con apoyo del FBI que operará desde Asunción, con el objetivo de investigar y controlar actividades de grupos trasnacionales", señaló.
"Todos estos acuerdos posicionan a Paraguay como un nuevo centro logístico en materia de seguridad para EEUU en el Cono Sur", sostuvo Heduvan.
La analista reconoció que, si bien Washington ha sido un cooperador tradicional de Asunción en materia de seguridad y defensa, esto parece haberse acelerado en los últimos tiempos. "El último tiempo evidencia un interés mayor de EEUU por trabajar activamente con Paraguay, fortaleciendo los mecanismos de colaboración y asegurando su presencia en territorio paraguayo", comentó.
También consultado por Sputnik, el politólogo Luis Fretes Carreras atribuyó esta aceleración en el vínculo a la "plena sintonía" que existe entre el Gobierno de Santiago Peña y la administración de Donald Trump, al punto que, enfatizó el analista, el actual mandatario paraguayo "se ha declarado fan absoluto de Trump y de todas sus políticas". Para el experto, ese alineamiento ha llevado incluso a Peña a modificar posturas históricas de Paraguay para garantizar apoyos a Washington en cuestiones vinculadas a Israel o Taiwán, entre otras.
Heduvan y Fretes Carreras coincidieron en que es probable que la actividad estadounidense en Paraguay se centre en la zona de la Triple Frontera, región que conecta a las urbes de Ciudad del Este, en Paraguay, con Foz de Iguazú en Brasil y Puerto Iguazú en Argentina, y que Washington ha emparentado con operaciones vinculadas al terrorismo.
"EEUU siempre ha centrado su vigilancia en la zona de la Triple Frontera incluso desde antes de los atentados de las Torres Gemelas. El control ha sido estricto por la existencia de un comercio internacional muy importante y por la existencia de grupos radicales que pueden estar relacionados con el terrorismo islámico o grandes mafias", apuntó Fretes Carreras, docente e Investigador de la Universidad Jesuita del Paraguay.
Si bien esta operación podría mejorar la seguridad en una zona golpeada por el crimen en el país sudamericano, Fretes Carreras subrayó otra de las posibles consecuencias del acuerdo: la creciente molestia de Brasil.
El experto rememoró que los gobiernos brasileños ya han expresado sus molestias en el pasado ante la presencia de militares estadounidenses en la zona, incluso a pesar de que en esas ocasiones llegaban por tiempos limitados, tal como prevé la Constitución paraguaya. Por eso, el analista aventuró que "si esto generó roces con Brasil en el pasado, ahora van a aumentar".
Rolón, por su parte, advirtió que los países con cierto potencial militar y de defensa suelen ver con malos ojos la presencia de militares de otras potencias en países vecinos, por lo que la molestia brasileña es esperable.
"A Itamaraty no le cae simpático que se instale una base militar norteamericana al lado de su territorio. Brasil no quiere presencia militar de EEUU en su esfera de influencia y desde esa perspectiva es obvio que veremos más señales de descontento", afirmó Rolón.
En una línea similar, Heduvan aclaró que Paraguay tiene la potestad de firmar este tipo de acuerdos con otros países sin la necesidad de consultarlo con sus vecinos. De todos modos, eso no quiere decir que una decisión como la adoptada no tenga repercusión en la región.
"Una presencia más fuerte de Estados Unidos en territorio paraguayo pone en alerta a los demás países, principalmente a Brasil, aunque difícilmente pueda manifestar abiertamente su molestia por el contexto actual, tanto interno como regional", aseveró.
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