La postura actual de EEUU sobre Venezuela es "convenientemente ambigua"
La postura actual de EEUU sobre Venezuela es "convenientemente ambigua"
Sputnik Mundo
En un sorpresivo cambio de dirección en las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela, Richard Grenell, enviado especial del presidente Donald Trump para... 25.02.2025, Sputnik Mundo
Estas declaraciones se producen a poco de que se cumpla un mes de su visita a Caracas, donde sostuvo un encuentro directo con el presidente Nicolás Maduro. "Me reuní con él cara a cara, traté de tener una conversación en la que tuviéramos una relación diferente. (…) Estamos muy claros sobre el Gobierno venezolano y Maduro, pero Donald Trump es alguien que no quiere hacer cambios de régimen", expresó Grenell en una entrevista con The Epoch Times.El enviado especial destacó que el enfoque principal de Trump es fortalecer y prosperar a los estadounidenses, dejando de lado las intervenciones en otros gobiernos. ¿Normalización o pragmatismo?Aunque las declaraciones de Grenell podrían sugerir una posible normalización de relaciones, este escenario aún parece lejano, considera en entrevista con Sputnik Franco Vielma, sociólogo y analista del medio digital Misión Verdad. El analista destaca que la postura actual de Estados Unidos es "convenientemente ambigua", reconociendo de facto al presidente Maduro sin formalizar este reconocimiento.Un reconocimiento formal, según Vielma, podría tener repercusiones significativas en la política interna estadounidense. "Llevar las relaciones a una normalización en el presente podría trastocar seriamente la política, no de Gobierno, sino de Estado, de EEUU para con Venezuela", advierte.Además, para Vielma, un cambio en la postura hacia Venezuela podría generar tensiones con el Congreso estadounidense, que aprobó la llamada ley Bolívar, la cual califica al Gobierno de Maduro como "ilegítimo". "Seguramente Trump, tal como Biden, no quieren colisionar en la política de Estado, bipartidista, sobre Venezuela. Así que preferiría una relación fáctica, transaccional y pragmática con Caracas".La oposición venezolana a la derivaEn cuanto al impacto de estas negociaciones en la oposición venezolana, especialmente en figuras como María Corina Machado, Vielma observa una disminución en el respaldo estadounidense hacia estos sectores. Para el analista, mientras algunos líderes opositores reciben apoyo de figuras como Marco Rubio y Rick Scott, el sector MAGA, incluyendo a Grenell, parece mantener distancia, prefiriendo una relación práctica con Maduro. "Al menos por ahora, en el plano de las declaraciones y de los hechos, Trump no ha puesto el apoyo a los opositores venezolanos como una de sus prioridades", señala Vielma. Esta percepción se debe, en parte, a la visión de Trump sobre la oposición venezolana, a quienes considera "incapaces".Frente a este escenario, es poco probable que sectores opositores radicales opten por dialogar con el chavismo para evitar quedar marginados. "Para estos opositores, cualquier diálogo en este momento implica capitulación. Creo que ese momento aún no está cerca", sostiene Vielma. En su opinión, estos sectores preferirán mantener su estrategia actual, aunque esto pueda aumentar el escepticismo entre sus seguidores.La posible aproximación entre Trump y Maduro también podría influir en la postura de otros actores internacionales, como la Unión Europea o la Organización de Estados Americanos (OEA).Vielma anticipa que, aunque las relaciones entre Caracas y Washington seguirán siendo complejas y frías, este marco de relaciones fácticas y transaccionales enviará un mensaje claro a otros países: es posible relacionarse con Venezuela. "Así que otros gobiernos seguirán la tendencia, volviendo al estatus que había antes del desconocimiento a Maduro, de manera posterior a las últimas elecciones", predice."Es poco probable que se repita un escenario similar al de Juan Guaidó, pero esta vez con Edmundo González. Varios gobiernos retomarán la relación con Caracas basándose en el principio práctico de que Maduro es ‘quien atiende el teléfono en Miraflores’. Esta es la manera más elegante de salir de la trampa de la ruptura de relaciones y el desconocimiento de Maduro, ya que es un marco insostenible”, concluye.
En un sorpresivo cambio de dirección en las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela, Richard Grenell, enviado especial del presidente Donald Trump para este país sudamericano, afirmó que Washington no busca un cambio de régimen en Caracas.
Estas declaraciones se producen a poco de que se cumpla un mes de su visita a Caracas, donde sostuvo un encuentro directo con el presidente Nicolás Maduro. "Me reuní con él cara a cara, traté de tener una conversación en la que tuviéramos una relación diferente. (…) Estamos muy claros sobre el Gobierno venezolano y Maduro, pero Donald Trump es alguien que no quiere hacer cambios de régimen", expresó Grenell en una entrevista con The Epoch Times.
El enviado especial destacó que el enfoque principal de Trump es fortalecer y prosperar a los estadounidenses, dejando de lado las intervenciones en otros gobiernos.
¿Normalización o pragmatismo?
Aunque las declaraciones de Grenell podrían sugerir una posible normalización de relaciones, este escenario aún parece lejano, considera en entrevista con Sputnik Franco Vielma, sociólogo y analista del medio digital Misión Verdad.
"No es preciso hablar en el presente de normalización de relaciones. Esa situación parece muy distante todavía", afirma.
El analista destaca que la postura actual de Estados Unidos es "convenientemente ambigua", reconociendo de facto al presidente Maduro sin formalizar este reconocimiento.
Un reconocimiento formal, según Vielma, podría tener repercusiones significativas en la política interna estadounidense. "Llevar las relaciones a una normalización en el presente podría trastocar seriamente la política, no de Gobierno, sino de Estado, de EEUU para con Venezuela", advierte.
"Esto se debe, en parte, a que tal reconocimiento invalidaría automáticamente los juicios y el plan de desmembrar CITGO, ya que actualmente la República y el Gobierno bolivariano no han sido reconocidos oficialmente para contratar una defensa legal adecuada en ese caso", puntualiza el experto.
Además, para Vielma, un cambio en la postura hacia Venezuela podría generar tensiones con el Congreso estadounidense, que aprobó la llamada ley Bolívar, la cual califica al Gobierno de Maduro como "ilegítimo". "Seguramente Trump, tal como Biden, no quieren colisionar en la política de Estado, bipartidista, sobre Venezuela. Así que preferiría una relación fáctica, transaccional y pragmática con Caracas".
En cuanto al impacto de estas negociaciones en la oposición venezolana, especialmente en figuras como María Corina Machado, Vielma observa una disminución en el respaldo estadounidense hacia estos sectores.
"El Gobierno estadounidense está regido ahora por el sector MAGA (Make America Great Again). La influencia de los republicanos tradicionales es mucho menor hoy que la que hubo en el primer Gobierno de Trump", explica. Esta división interna en el poder estadounidense se refleja en la relación con los opositores venezolanos.
Para el analista, mientras algunos líderes opositores reciben apoyo de figuras como Marco Rubio y Rick Scott, el sector MAGA, incluyendo a Grenell, parece mantener distancia, prefiriendo una relación práctica con Maduro.
"Al menos por ahora, en el plano de las declaraciones y de los hechos, Trump no ha puesto el apoyo a los opositores venezolanos como una de sus prioridades", señala Vielma. Esta percepción se debe, en parte, a la visión de Trump sobre la oposición venezolana, a quienes considera "incapaces".
Frente a este escenario, es poco probable que sectores opositores radicales opten por dialogar con el chavismo para evitar quedar marginados. "Para estos opositores, cualquier diálogo en este momento implica capitulación. Creo que ese momento aún no está cerca", sostiene Vielma. En su opinión, estos sectores preferirán mantener su estrategia actual, aunque esto pueda aumentar el escepticismo entre sus seguidores.
La posible aproximación entre Trump y Maduro también podría influir en la postura de otros actores internacionales, como la Unión Europea o la Organización de Estados Americanos (OEA).
Vielma anticipa que, aunque las relaciones entre Caracas y Washington seguirán siendo complejas y frías, este marco de relaciones fácticas y transaccionales enviará un mensaje claro a otros países: es posible relacionarse con Venezuela. "Así que otros gobiernos seguirán la tendencia, volviendo al estatus que había antes del desconocimiento a Maduro, de manera posterior a las últimas elecciones", predice.
"Es poco probable que se repita un escenario similar al de Juan Guaidó, pero esta vez con Edmundo González. Varios gobiernos retomarán la relación con Caracas basándose en el principio práctico de que Maduro es ‘quien atiende el teléfono en Miraflores’. Esta es la manera más elegante de salir de la trampa de la ruptura de relaciones y el desconocimiento de Maduro, ya que es un marco insostenible”, concluye.
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