"Más trumpista que Trump": Milei reafirma desde el Foro de Davos su alineación con Washington
"Más trumpista que Trump": Milei reafirma desde el Foro de Davos su alineación con Washington
Sputnik Mundo
El presidente Javier Milei ratificó su apoyo a Donald Trump y volvió a arremeter contra el progresismo y la denominada "agenda woke", a la que tildó de "cáncer... 24.01.2025, Sputnik Mundo
Javier Milei volvió a llevarse todas las miradas por su estridente discurso en Davos. Durante los 28 minutos que duró su alocución, el presidente argentino reafirmó su alineamiento detrás de Donald Trump y el "mundo libre", despotricó contra el progresismo e, incluso, cargó contra el propio Foro Económico Mundial donde estaba exponiendo.Frente a un auditorio que escuchaba atento, el mandatario llamó a "volver a abrazar las ideas de la libertad"."Eso es lo que estamos haciendo en Argentina, eso es lo que confío que el presidente Trump hará en esta nueva Norteamérica y es lo que invitamos a hacer a todas las grandes naciones del mundo libre", expuso.En ese marco, se refirió al bloque de dirigentes de nuevas derechas del cual pretende erigirse como líder. "Encontré compañeros en todos los rincones del planeta para conformar una alianza internacional de las naciones que queremos ser libres", dijo en alusión a líderes como la premier italiana Giorgia Meloni, a quien se refirió como su "querida amiga".El mensaje del libertario fue por demás elocuente: en sintonía con su paso anterior por Davos —ni bien había asumido la presidencia argentina—, criticó lo "profundamente equivocado en las ideas que se estuvieron promoviendo desde foros como este". En ese marco, adoptó un término propio del debate estadounidense: el movimiento woke, en referencia a las consignas progresistas referenciadas en la denominada Agenda 2030."El gran yunque que aparece como denominador común de los países que están fracasando es el virus mental de esa ideología. Esta es la gran epidemia que debe ser curada, es el cáncer que hay que extirpar", sentenció el mandatario.El espejo de WashingtonPara el politólogo argentino Julio Burdman, Milei "busca mostrarse más trumpista que Trump y, en ese sentido, dio un discurso muy contundente". En diálogo con Sputnik, el analista remarcó que el presidente argentino "terminó de asumir una agenda que antes, cuando gobernaba Biden en la Casa Blanca, le resultaba más ajena".El experto consideró que la adopción de vocabulario como el de la "agenda woke" no responde tanto a una estrategia diplomática como a un objetivo personal: "A Milei le interesa más exhibirse como referente global que como presidente del país y por eso aprovecha cada oportunidad para exhibir su identificación con otros referentes mundiales".La asimilación del discurso del líder norteamericano por parte de Milei se refleja en definiciones como las vertidas durante la extensa entrevista al medio Bloomberg, durante la cual Milei deslizó que estaría dispuesto a abandonar el bloque del Mercado Común del Sur (Mercosur) si este no lo habilita a firmar un Tratado de Libre Comercio con Washington. Además, el argentino consideró imitar al republicano rumbo al abandono del Acuerdo de París, firmado en 2015, para mitigar el calentamiento global.Sin embargo, el diagnóstico no es unánime. Para el analista internacional Pablo Cano, la explicación del alineamiento hacia Washington responde a una necesidad estructural de la economía argentina: "Es imposible analizar el perfilamiento hacia la Casa Blanca sin destacar la relevancia de tener apoyo externo frente al Fondo Monetario Internacional, con el que hay una deuda casi imposible de pagar".No obstante, el consultor remarcó el carácter "amateur" de la inserción diplomática del Ejecutivo argentino. "Al Gobierno le falta una visión clara del mapa global y termina inclinándose por preferencias personales: claramente hay una afinidad de Milei con Trump o Elon Musk, pero la geopolítica no puede responder a la inclinación de cada presidente", apuntó.Una "batalla cultural" recrudecidaSi bien las críticas abiertas a las banderas progresistas han sido un común denominador del recorrido público y mediático que depositó a Milei en la Casa Rosada de Buenos Aires, el recrudecimiento de su combate al "wokismo" —tal como lo denomina el libertario— resulta insoslayable. Por caso, durante su discurso, el mandatario argentino cuestionó la "nefasta ideología de género", que derivó en una "mayor intervención estatal a través de legislaciones absurdas".Según Burdman la profundización del ahínco con el que el presidente encara la denominada "batalla cultural" es innegable. "Milei ya había cargado contra el progresismo y la denominada Agenda 2030, pero la novedad es que ahora sabe que no está solo: su apoyo a Donald Trump y Giorgia Meloni termina de fortalecer su posicionamiento a nivel global y por eso pretende aprovecharlo", afirmó.Para Cano, la retórica antiprogresista reviste una explicación estructural: "Hay un fuerte empobrecimiento de las clases medias de todo el mundo occidental, que encuentra en una agenda conservadora una explicación a sus problemas, y Milei no es más que un exponente de ese capítulo".De acuerdo con el analista, "no está claro que la sociedad argentina apoye el discurso del presidente, pero hasta ahora el Gobierno pudo capitalizar el respaldo de los sectores más conservadores".
El presidente Javier Milei ratificó su apoyo a Donald Trump y volvió a arremeter contra el progresismo y la denominada "agenda woke", a la que tildó de "cáncer que hay que extirpar". "Le interesa más exhibirse como referente global", dijo a Sputnik el analista Julio Burdman.
Javier Milei volvió a llevarse todas las miradas por su estridente discurso en Davos. Durante los 28 minutos que duró su alocución, el presidente argentino reafirmó su alineamiento detrás de Donald Trump y el "mundo libre", despotricó contra el progresismo e, incluso, cargó contra el propio Foro Económico Mundial donde estaba exponiendo.
Frente a un auditorio que escuchaba atento, el mandatario llamó a "volver a abrazar las ideas de la libertad".
"Eso es lo que estamos haciendo en Argentina, eso es lo que confío que el presidente Trump hará en esta nueva Norteamérica y es lo que invitamos a hacer a todas las grandes naciones del mundo libre", expuso.
En ese marco, se refirió al bloque de dirigentes de nuevas derechas del cual pretende erigirse como líder. "Encontré compañeros en todos los rincones del planeta para conformar una alianza internacional de las naciones que queremos ser libres", dijo en alusión a líderes como la premier italiana Giorgia Meloni, a quien se refirió como su "querida amiga".
"Hordas de inmigrantes violan o matan a ciudadanos europeos y cuando uno lo cuestiona lo tildan de racista, xenófobo o nazi"
Javier Milei dijo que Argentina se hizo "grande" por los "inmigrantes" y señaló que si Occidente abre sus puertas, culmina en una "colonización inversa". pic.twitter.com/uLgAoiCm9P
El mensaje del libertario fue por demás elocuente: en sintonía con su paso anterior por Davos —ni bien había asumido la presidencia argentina—, criticó lo "profundamente equivocado en las ideas que se estuvieron promoviendo desde foros como este". En ese marco, adoptó un término propio del debate estadounidense: el movimiento woke, en referencia a las consignas progresistas referenciadas en la denominada Agenda 2030.
"El gran yunque que aparece como denominador común de los países que están fracasando es el virus mental de esa ideología. Esta es la gran epidemia que debe ser curada, es el cáncer que hay que extirpar", sentenció el mandatario.
"El wokismo es el cáncer que hay que extirpar"
Javier Milei advirtió que "el virus mental woke es la gran epidemia que debe ser curada" y sostuvo: "Hasta que no saquemos esta ideología, la especie humana no logrará retornar a la senda del progreso". pic.twitter.com/mjz1K1RErx
Para el politólogo argentino Julio Burdman, Milei "busca mostrarse más trumpista que Trump y, en ese sentido, dio un discurso muy contundente". En diálogo con Sputnik, el analista remarcó que el presidente argentino "terminó de asumir una agenda que antes, cuando gobernaba Biden en la Casa Blanca, le resultaba más ajena".
El experto consideró que la adopción de vocabulario como el de la "agenda woke" no responde tanto a una estrategia diplomática como a un objetivo personal: "A Milei le interesa más exhibirse como referente global que como presidente del país y por eso aprovecha cada oportunidad para exhibir su identificación con otros referentes mundiales".
"El triunfo del republicano beneficia muchísimo al libertario, quien pasó de integrar una corriente marginal a constituirse en referente global de un movimiento mucho más hegemónico", destacó el experto.
La asimilación del discurso del líder norteamericano por parte de Milei se refleja en definiciones como las vertidas durante la extensa entrevista al medio Bloomberg, durante la cual Milei deslizó que estaría dispuesto a abandonar el bloque del Mercado Común del Sur (Mercosur) si este no lo habilita a firmar un Tratado de Libre Comercio con Washington. Además, el argentino consideró imitar al republicano rumbo al abandono del Acuerdo de París, firmado en 2015, para mitigar el calentamiento global.
Sin embargo, el diagnóstico no es unánime. Para el analista internacional Pablo Cano, la explicación del alineamiento hacia Washington responde a una necesidad estructural de la economía argentina: "Es imposible analizar el perfilamiento hacia la Casa Blanca sin destacar la relevancia de tener apoyo externo frente al Fondo Monetario Internacional, con el que hay una deuda casi imposible de pagar".
No obstante, el consultor remarcó el carácter "amateur" de la inserción diplomática del Ejecutivo argentino. "Al Gobierno le falta una visión clara del mapa global y termina inclinándose por preferencias personales: claramente hay una afinidad de Milei con Trump o Elon Musk, pero la geopolítica no puede responder a la inclinación de cada presidente", apuntó.
Una "batalla cultural" recrudecida
Si bien las críticas abiertas a las banderas progresistas han sido un común denominador del recorrido público y mediático que depositó a Milei en la Casa Rosada de Buenos Aires, el recrudecimiento de su combate al "wokismo" —tal como lo denomina el libertario— resulta insoslayable. Por caso, durante su discurso, el mandatario argentino cuestionó la "nefasta ideología de género", que derivó en una "mayor intervención estatal a través de legislaciones absurdas".
Según Burdman la profundización del ahínco con el que el presidente encara la denominada "batalla cultural" es innegable. "Milei ya había cargado contra el progresismo y la denominada Agenda 2030, pero la novedad es que ahora sabe que no está solo: su apoyo a Donald Trump y Giorgia Meloni termina de fortalecer su posicionamiento a nivel global y por eso pretende aprovecharlo", afirmó.
"Milei sabe que Argentina no es un país económicamente relevante a nivel global y por eso pretende apostar al plano ideológico, para erigirse en referencia mundial de las nuevas derechas", remarcó el politólogo.
Para Cano, la retórica antiprogresista reviste una explicación estructural: "Hay un fuerte empobrecimiento de las clases medias de todo el mundo occidental, que encuentra en una agenda conservadora una explicación a sus problemas, y Milei no es más que un exponente de ese capítulo".
De acuerdo con el analista, "no está claro que la sociedad argentina apoye el discurso del presidente, pero hasta ahora el Gobierno pudo capitalizar el respaldo de los sectores más conservadores".
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