"Europa está en decadencia, desapareciendo en la oscuridad"
"Europa está en decadencia, desapareciendo en la oscuridad"
Sputnik Mundo
Las bajas tasas de natalidad, el desempeño mediocre de las economías locales y los ejércitos nacionales diezmados reflejan que Europa se encuentra en... 13.12.2024, Sputnik Mundo
El texto tiene como origen los recientes comentarios del primer ministro británico, Keir Starmer, quien la semana pasada dijo en un discurso que los funcionarios públicos del país se encontraban demasiado cómodos "en el baño tibio del declive controlado". Si bien el premier quiso retractarse luego del repudio que sus palabras generaron, especialmente en el ámbito sindical —históricamente cercano al gobernante Partido Laborista—, sus comentarios generaron un renovado debate sobre el estado de las cosas en Europa, región que viene exhibiendo un muy bajo crecimiento en los últimos años (menos de un 1% en el 2024), situación que, según todas las proyecciones, no mejorará en el corto plazo.Al respecto, el diario británico señala que si bien Starmer quiso retractarse con comentarios posteriores elogiando la burocracia y la fuerza productiva del país, "la verdad sobre [el declive de] Europa está ahí afuera para que todos lo vean", apuntando que es algo en lo que todo el mundo coincide, tanto en Bruselas (sede de la UE, el Parlamento Europeo y el Banco Central Europeo, entre otras instituciones) como en Nueva York, emblema del mundo financiero internacional.La columna recuerda los dichos del inversionista estadounidense Ken Griffin, quien calificó a Europa como "letárgica", definiéndola además como "un continente que está desapareciendo en todos los sentidos de la palabra".También se destaca que si bien muchos países, como China o Japón, lograron emerger como grandes potencias tras el final de la Guerra Fría, la trayectoria europea ha sido la opuesta, partiendo de una solidez económica que todos sus ciudadanos daban como eterna al actual estancamiento, lejos de la innovación tecnológica y militar de las grandes potencias.En ese sentido, se afirma que lo invertido en educación, tecnología y capacitación laboral durante las décadas previas fueron en realidad cifras minúsculas, a pesar de que los impuestos a la clase media y trabajadora no dejaron de subir, canibalizando aún más el futuro de la región.Sin embargo, ese pasado con muchos problemas parece un éxito rotundo si se lo compara con la realidad del continente luego del doble golpe a la economía, propiciado primero por la pandemia de COVID y las varias decisiones geopolíticas que le siguieron posteriormente, como el distanciamiento de Rusia y haber dejado de importar su gas.En otra parte del análisis, el diario señala que la decisión de dejar de importar el gas ruso tras el comienzo del conflicto con Ucrania provocó que la rentabilidad de las industrias —sin decir nada del aumento de los precios de los servicios públicos— se hundiera a lo largo del continente."Alemania, cuyas fábricas ávidas de energía suministraban al mundo automóviles, máquinas, herramienta, láseres, lentes y productos químicos, está sufriendo oscilaciones del precio de la electricidad (...) Peor aún, como cualquier otro Gobierno ignorante de Europa, [la administración de Olaf Scholz] ni siquiera puede empezar a abordar el problema debido a un compromiso ideológico con la electricidad renovable que depende del sol y el viento", se lee en el texto.Pero aún más desalentadores que los problemas económicos de Europa son sus tendencias demográficas, advierte el medio, apuntando que las tasas de fertilidad de Europa se encuentran en niveles "verdaderamente sombríos", al registrarse apenas 1,46 nacimientos por mujer, un récord negativo histórico, sumado esto al hecho de que una quinta parte de la población del continente tiene más de 65 años.
Las bajas tasas de natalidad, el desempeño mediocre de las economías locales y los ejércitos nacionales diezmados reflejan que Europa se encuentra en decadencia, de acuerdo con un artículo del diario británico 'The Times'.
El texto tiene como origen los recientes comentarios del primer ministro británico, Keir Starmer, quien la semana pasada dijo en un discurso que los funcionarios públicos del paísse encontraban demasiado cómodos "en el baño tibio del declive controlado".
Si bien el premier quiso retractarse luego del repudio que sus palabras generaron, especialmente en el ámbito sindical —históricamente cercano al gobernante Partido Laborista—, sus comentarios generaron un renovado debate sobre el estado de las cosas en Europa, región que viene exhibiendo un muy bajo crecimiento en los últimos años (menos de un 1% en el 2024), situación que, según todas las proyecciones, no mejorará en el corto plazo.
Al respecto, el diario británico señala que si bien Starmer quiso retractarse con comentarios posteriores elogiando la burocracia y la fuerza productiva del país, "la verdad sobre [el declive de] Europa está ahí afuera para que todos lo vean", apuntando que es algo en lo que todo el mundo coincide, tanto en Bruselas (sede de la UE, el Parlamento Europeo y el Banco Central Europeo, entre otras instituciones) como en Nueva York, emblema del mundo financiero internacional.
"La realidad es la siguiente: Europa está en decadencia, desapareciendo en la oscuridad, declinando en un sentido absoluto y relativo. Mario Draghi habló de la lenta agonía de Europa, lo que hace que el comentario [de Starmer] sobre el baño tibio del declive parezca hasta elogioso", señala el artículo.
La columna recuerda los dichos del inversionista estadounidense Ken Griffin, quien calificó a Europa como "letárgica", definiéndola además como "un continente que está desapareciendo en todos los sentidos de la palabra".
También se destaca que si bien muchos países, como China o Japón, lograron emerger como grandes potencias tras el final de la Guerra Fría, la trayectoria europea ha sido la opuesta, partiendo de una solidez económica que todos sus ciudadanos daban como eterna al actual estancamiento, lejos de la innovación tecnológica y militar de las grandes potencias.
En ese sentido, se afirma que lo invertido en educación, tecnología y capacitación laboral durante las décadas previas fueron en realidad cifras minúsculas, a pesar de que los impuestos a la clase media y trabajadora no dejaron de subir, canibalizando aún más el futuro de la región.
Sin embargo, ese pasado con muchos problemas parece un éxito rotundo si se lo compara con la realidad del continente luego del doble golpe a la economía, propiciado primero por la pandemia de COVID y las varias decisiones geopolíticas que le siguieron posteriormente, como el distanciamiento de Rusia y haber dejado de importar su gas.
"Nuestros planes de permisos laborales, que al principio parecían tan audaces e inteligentes, fueron demasiado generosos y duraron demasiado, congelando nuestras economías y dejando a una población trabajadora zombi y desempleada. Nuestro régimen regulatorio establece cada vez más protecciones, lo que hace imposible crear empleo, sin considerar que la única protección real contra la decadencia es la perspectiva de la creación de riqueza", afirma la nota.
En otra parte del análisis, el diario señala que la decisión de dejar de importar el gas ruso tras el comienzo del conflicto con Ucrania provocó que la rentabilidad de las industrias —sin decir nada del aumento de los precios de los servicios públicos— se hundiera a lo largo del continente.
"Alemania, cuyas fábricas ávidas de energía suministraban al mundo automóviles, máquinas, herramienta, láseres, lentes y productos químicos, está sufriendo oscilaciones del precio de la electricidad (...) Peor aún, como cualquier otro Gobierno ignorante de Europa, [la administración de Olaf Scholz] ni siquiera puede empezar a abordar el problema debido a un compromiso ideológico con la electricidad renovable que depende del sol y el viento", se lee en el texto.
Pero aún más desalentadores que los problemas económicos de Europa son sus tendencias demográficas, advierte el medio, apuntando que las tasas de fertilidad de Europa se encuentran en niveles "verdaderamente sombríos", al registrarse apenas 1,46 nacimientos por mujer, un récord negativo histórico, sumado esto al hecho de que una quinta parte de la población del continente tiene más de 65 años.
"En resumen, Europa parece decidida a convertirse en una tierra de viejos y solitarios, un lugar donde los patios de recreo están vacíos, los vagones de tren y las carreteras están atascadas, las luces se están apagando y las casas se están enfriando porque no hay luz. Sin energia, con soldados desarmados y fábricas cerradas. Las advertencias siguen llegando, tanto del exterior como del interior, pero, como dice el refrán, no se puede despertar a quien sólo finge estar dormido", concluye la nota.
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