- Sputnik Mundo, 1920
Ajedrez de geopolítica
Movimientos inesperados, movimientos que esconden otros, o que distraen. Hay peones, hay caballos, hay alfiles, torres, reina y rey. Todos juegan, todos tienen su rol. En Radio Sputnik, ‘Ajedrez de geopolítica’. Donde conocemos todo lo que se juega y todo lo que se decide. Conduce Javier Benítez.

¿'Lluvia de meteoritos' sobre Ucrania?

¿'Lluvia de meteoritos' sobre Ucrania?
Síguenos en
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, comparó la potencia del nuevo misil balístico ruso de alcance intermedio Oréshnik con la fuerza del impacto de un meteorito. En este sentido, el jefe del Kremlin incidió en las consecuencias de un ataque con esta arma, cuyos elementos de impacto alcanzan una temperatura altísima.

Hechos polvo

Durante la cumbre de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) celebrada recientemente en Astaná, capital de Kazajistán, Putin afirmó que Moscú tiene varios misiles Oréshnik a su disposición y que ya ha comenzado la producción en masa del sistema de armas avanzado.
El mandatario ruso explicó durante su intervención cómo actúa el Oréshnik: "Es como la caída de un meteorito. Sabemos por la historia dónde han caído meteoritos y cuáles han sido sus consecuencias. Qué lagos se formaron", advirtió en rueda de prensa.
Asimismo, Putin explicó que la temperatura de los elementos de impacto del misil alcanzan los 4.000 ºC, por lo que todo lo que se encuentra en el epicentro de la explosión se convierte en polvo. Incidió en que el misil puede destruir incluso objetos muy fortificados y profundos.
El director del Instituto Español de Geopolítica, Juan Aguilar, constata que Putin tiene razón al indicar que esta arma no tiene parangón en Occidente. "Hay que decir que es un arma nuclear, es decir, puede llevar seis cabezas nucleares. Pero, independientemente de esto, puedes sustituir esas cabezas nucleares y pueda llevar carga convencional, o 'nada'", señala el analista.
"La 'nada', es porque utiliza energía cinética de caer efectivamente como un meteorito. Es decir, la punta de cada ojiva aguanta hasta una temperatura de 4.000 grados en la entrada en la atmósfera. Quiere decir que el misil sale de la atmósfera, se sitúa sobre el objetivo, y luego en vertical, a una velocidad de Mach 10, es decir, 10 veces la velocidad del sonido, cae sobre el objetivo a una velocidad de 3,47 kilómetros por segundo, con lo cual eso alcanza una temperatura de recubrimiento de 4.000 grados, con lo cual la energía cinética que lleva es de tal envergadura, que cuando impacta sobre el suelo provoca un movimiento sísmico, esa es la realidad, que destruya todo lo que haya a su alrededor. Y no me refiero a lo que pueda haber en superficie, que también, sino, sobre todo, a lo que esté hasta a 150 metros de profundidad", explica Aguilar.
Lo último
0
Para participar en la conversación,
inicie sesión o regístrese.
loader
Chats
Заголовок открываемого материала