"La colaboración con Rusia está presente en todas las esferas y la cultura no se queda atrás"
01:29 GMT 30.08.2024 (actualizado: 08:31 GMT 30.08.2024)
© Sputnik / Miguel Fernández Martínez
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Una delegación integrada por estudiantes de diversas Escuelas de Arte en Cuba asistió del 22 al 24 de agosto último al III Foro Cultural Internacional Infantil 2024, acontecido en el Palacio de Pioneros de Moscú, en Rusia, lo cual reafirma el compromiso de la isla con el fomento y promoción del talento juvenil en escenarios foráneos.
Según refirió a Sputnik Dani Hernández, primer bailarín del Ballet Nacional de Cuba (BNC) y director de la Escuela Nacional de Ballet Fernando Alonso, el Ministerio de Cultura del país euroasiático cursó una invitación a la institución homóloga en la mayor de las Antillas y a partir de ahí comenzó la selección de jóvenes vinculados a la enseñanza artística.
🇨🇺🇷🇺 Dani Hernández, primer bailarín del Ballet Nacional de Cuba (BNC) dijo a Sputnik que el Ministerio de Cultura ruso hizo una invitación a la institución homóloga en Cuba y a partir de ahí comenzó la selección de jóvenes vinculados a la enseñanza artística. pic.twitter.com/cF0k6HtdFW
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Lo primero, aseguró Hernández, quien marchó al frente de la representación de la isla, fue la revisión de la matrícula de todos los centros de arte en el país caribeño y luego la elección de los alumnos con un mejor desempeño artístico y técnico dentro de sus manifestaciones y el rendimiento académico adecuado para la participación en este foro.
Este proceso incluyó tres manifestaciones: danza, ballet y música, y reunió a Frank Leider y Amalia Viña, educandos del Conservatorio Esteban Salas de Santiago de Cuba; Lis Carolina Laborde, de la Escuela Nacional de Ballet; Drian Moreno, de la Escuela Nacional de Música, y Liana Lamoth y Edruan Agüero, pareja de baile de la Escuela Nacional de Danza.
"Nuestra escuela está formada a partir de otras que le precedieron a nivel internacional, entre ellas, la rusa. Se tomaron elementos de cada una y se adaptaron a nuestra idiosincrasia y manera de hacer. Ello demuestra la necesidad de este tipo de intercambio, no solo con academias, también con pensamientos, líneas de coreografía y procedimientos que tributan y alimentan nuestras formas de entender y exteriorizar sentimientos e identidad", expresó Hernández.
Este año concurrieron más de 2.000 niños y adolescentes de 12 a 17 años de 89 regiones de Rusia e invitados extranjeros, con más de 60 actividades, entre ellas, clases magistrales, conferencias, seminarios y excursiones asociadas a las áreas creativas: teatro, circo, coreografía, literatura, periodismo, museos, bellas artes, cine, animación y música.
Rumbo a la cita de 2025
De acuerdo con el primer bailarín del BNC, los estudiantes de la mayor de las Antillas intervinieron en diversidad de talleres y conferencias impartidas por personalidades rusas de varias disciplinas, "ellos preguntaron en esos espacios sobre la manera de enseñar y transmitir el conocimiento en la nación euroasiática y manifestaron sus puntos de vista respecto al aprendizaje en la isla".
"La colaboración con Rusia está presente en todas las esferas y creo que la cultura no se va a quedar atrás. Como bailarín he tenido la oportunidad de participar en galas y he estado invitado a compañías en Moscú, eso demuestra que las relaciones culturales y diplomáticas entre los dos territorios son fenomenales", aseguró.
Puntualizó, asimismo, que en esta oportunidad "dejamos muy buena impresión" y los jóvenes destacaron, pese a la diferencia idiomática, "quedó una puerta abierta hacia futuras colaboraciones y quieren invitarnos al foro de 2025, con una delegación más amplia, para poder nosotros presentar allí nuestros propios proyectos y establecer una mayor interacción".
🇨🇺🇷🇺 Dani Hernández, indicó a Sputnik que "la colaboración con Rusia está presente en todas las esferas y creo que la cultura no se va a quedar atrás. Como bailarín he tenido la oportunidad de participar en galas y he estado invitado a compañías en Moscú", aseguró. pic.twitter.com/XT5zBrLyVJ
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Respecto a las ventajas de una cooperación entre instituciones de los dos estados, Hernández subrayó que eso "sería fenomenal", dada la excelencia de la escuela rusa y la formación de grandes bailarines; en este sentido, durante la cita, intercambió contactos e invitó a los concurrentes a visitar Cuba, participar en eventos locales y constatar el desarrollo de la academia de la isla.
Influencia rusa en el ballet cubano
La Habana fue el primer destino en América Latina de la reconocida bailarina rusa Anna Pávlova, quien actuó en 1915, 1917,1918 y 1919; luego, en 1923, arribó a la isla el Ballet Ruso de Pavey, dirigido por Serge Ukrainski, y en 1930 la nación caribeña recibió a La Ópera Privada Rusa de París, cuyo bailarín solista Nikolái Yavorski resultaría esencial en la creación de la escuela cubana de ballet.
Además, la propia Alicia Alonso—una de las fundadoras junto a Fernando y Alberto Alonso de la compañía conocida hoy como Ballet Nacional de Cuba— puntualizó que durante el proceso de formación de la escuela cubana estudiaron de cerca la soviética, especialmente, cuando bailó en los principales teatros de la URSS entre 1957 y 1958 y visitó las instituciones de enseñanza.
Por otra parte, Hernández recordó la cercanía entre la isla y la antigua URSS, luego del triunfo de la Revolución en 1959, a donde acudieron bailarines cubanos como parte de su instrucción, entre ellos, Lázaro Carreño, radicado actualmente en España, quien mereció una beca para concluir su carrera en el Instituto Estatal Coreográfico Agripina Vagánova, en Leningrado hoy San Petersburgo.
También Laura Alonso, hija de la prima ballerina assoluta Alicia Alonso y de Fernando Alonso, maestro y fundador de la Escuela Cubana de Ballet y Premio Nacional de Danza en 2021, quien durante su permanencia de 1965 a 1967 en la Unión Soviética cursó clases de perfeccionamiento teatral y laboró en el repertorio del teatro Bolshói.
Igualmente, la maestra Adria Velázquez concedió un nuevo nivel de desarrollo a la enseñanza en La Habana de las danzas históricas y de carácter, tras la conclusión de sus estudios universitarios sobre esas disciplinas en instituciones de la URSS, sumado a la experticia de profesores rusos quienes "venían a compartir prácticas y saberes" en las aulas de la mayor de las Antillas.
"El resultado de esa confluencia de experiencias y conocimientos resulta actualmente perceptible en los programas de formación y en el amplio abanico de expresiones y proyecciones. Pero desde la salvaguardia de nuestros valores y actitudes individuales. Eso era algo que siempre defendió el maestro Fernando Alonso, pues es lo que realmente define al cubano sobre un escenario", indicó.
Dani Hernández fue uno de los invitados junto a Viengsay Valdés, actual directora del BNC, al Festival Internacional del Ballet Clásico del Kremlin, en 2016, y junto a la compañía del Ballet del Palacio Estatal del Kremlin interpretaron Don Quijote, "interpreté a Basilio y para ello tuve que aprender una versión distinta, con escenas diferentes, si bien los pasos técnicos son los mismos".
🇨🇺🇷🇺 Dani Hernández, actual director de la Escuela Nacional de Ballet, es también uno de sus egresados: "soy fruto de ese gran sueño del Comandante en Jefe Fidel Castro cuando inauguró este centro en 2001 que era formar bailarines de primer nivel", alegó a Sputnik. pic.twitter.com/5IjgSmoyQJ
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Por tanto, la singularidad del bailarín "me facilitó hacerme notar e identificarme dentro del escenario, sin perder de vista el respeto a la coreografía; también pude nutrirme de todo lo que sucedía a mi alrededor, la sabiduría de los maestros de allí y las vivencias de los bailarines durante la ejecución de la obra".
La escuela cubana actualmente
Hernández, el actual director de la Escuela Nacional de Ballet, es también uno de sus egresados: "soy fruto de ese gran sueño del comandante en jefe Fidel Castro cuando inauguró este centro en 2001 que era formar bailarines de primer nivel", alegó en referencia a la sede actual, ubicada en las calles Prado y Trocadero, en pleno corazón habanero.
Mencionó el legado de Alicia, Fernando y Alberto Alonso y de las denominadas cuatro joyas del ballet cubano: Loipa Araujo, Mirta Plá, Josefina Méndez y Aurora Bosch, "esas primeras maestras que, incluso, sin dejar de asumir su responsabilidad dentro de la compañía, dieron su paso al frente hacia la pedagogía".
Ellos, aseveró, advirtieron la necesidad, como garantía del futuro del BNC, de que la escuela asumiera una preparación íntegra y completa de bailarines, donde el grupo tuviera ese relevo constante y no se perdiera la esencia fundacional, "hoy en día esta institución también representa eso, es un paradigma dentro de la formación de grandes profesionales y un referente mundial".
"Si algo valioso tenemos es nuestro capital humano y la entrega al 100 % de los profesores. Aunque faltan recursos necesarios para el adiestramiento de los estudiantes, el país busca la manera de facilitar insumos y vías para el establecimiento de convenios, lazos y entregas de donativos de entidades internacionales", acotó.
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