¿Cómo la industria militar de EEUU saca provecho del conflicto en Ucrania?
© AP Photo / Alex Brandon
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Mientras las armas occidentales siguen inundando Ucrania, el complejo industrial-militar de Estados Unidos se beneficia del conflicto bélico. Los datos estadísticos de contratistas de defensa estadounidenses demuestran cómo la estrategia de nutrición de Kiev con armas contribuyó a sus ganancias en 2024.
Los fabricantes de armas de EEUU hacen una fortuna vendiendo a los Gobiernos extranjeros que están tratando de reponer sus reservas armamentísticas agotadas como resultado de su extensa ayuda militar a Ucrania. Las ventas de equipamiento correspondiente producido en Estados Unidos aumentaron un 29% en 2024, hasta alcanzar la cifra récord de 318.700 millones de dólares, demuestran los datos del Departamento de Estado.
Además, se pronostica una continuación de la subida de las acciones de los gigantes estadounidenses de armamento como Lockheed Martin, General Dynamics y Northrop Grumman. Por ejemplo:
Las acciones de Lockheed Martin crecieron un 38,49% en 2024, alcanzando un máximo histórico de 611,74 dólares en octubre.
General Dynamics también experimentó la subida de precio de sus acciones un 27,81%, alcanzando un máximo histórico de 313,39 dólares en noviembre de 2024.
Northrop Grumman registró un aumento del 25,5% en los últimos tres meses de 2024.
Mientras que los países de la OTAN financiaron colectivamente a Kiev con unos 191.200 millones de dólares en los últimos tres años, Estados Unidos fue el mayor donante de ayuda militar (unos 68.900 millones de dólares), de acuerdo con los cálculos de Sputnik, basados en los datos del Ministerio de Finanzas de Ucrania y de la Universidad de Kiel en Alemania.
En este contexto, el Departamento de Estado informó anteriormente de que los principales compradores de armamento estadounidense fueron:
Turquía (suministro/modernización de aviones de combate F-16 por el valor de 23.000 millones de dólares).
Israel (cazas F-15 por el valor de 18.800 millones de dólares).
Japón (aviones cisterna KC-46A desarrollados por el fabricante Boeing por el valor de 4.100 millones de dólares y misiles Tomahawk fabricados por la compañía industrial-militar estadounidense Raytheon por el valor de 2.400 millones de dólares).
Alemania (misiles para sistemas de defensa antiaérea Patriot por el valor de 5.000 millones de dólares).
La India (aeronaves no tripuladas MQ-9B por el valor de 4.000 millones de dólares).
Corea del Sur (helicópteros AH-64E Apache por el valor de 3.500 millones de dólares).
Rumanía (tanques M1A2 Abrams por el valor de 2.500 millones de dólares).
"El flujo constante del negocio bélico por parte de EEUU amenaza ahora a la propia civilización humana", comentó el año pasado a Sputnik el escritor y profesor de la Universidad de Nuevo México Kenneth Hammond, en el contexto de que Ucrania viene siendo incesantemente inundada de armamento occidental.
Rusia continúa desde el 24 de febrero de 2022 una operación militar especial en Ucrania, cuyos objetivos, en palabras del presidente ruso, Vladímir Putin, son proteger a la población de "un genocidio por parte del régimen de Kiev" y atajar los riesgos de seguridad nacional que representa el avance de la OTAN hacia el este.
De acuerdo con Putin, Rusia lleva 30 años intentando llegar a un acuerdo con la OTAN sobre los principios de seguridad en Europa, pero en respuesta se ha enfrentado a engaños y mentiras cínicas o a intentos de presión y chantaje, mientras que esa Alianza bélica, a pesar de las protestas de Moscú, no deja de expandirse y acercarse a las fronteras rusas.
Por otra parte, Rusia considera que la ayuda militar a Ucrania obstaculiza el arreglo pacífico del conflicto, implicando directamente a los países de la OTAN al mismo. Moscú advirtió en reiteradas ocasiones que el bloque está "jugando con fuego" al suministrar armas a Ucrania y que los convoyes extranjeros con armas serían "objetivo legítimo" para su Ejército una vez cruzada la frontera.
El 28 de enero, Vladímir Putin declaró en una entrevista con el periodista Pável Zarubin que el conflicto ucraniano terminará en un mes y medio o dos si se acaba el dinero de los patrocinadores de Kiev.
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