Patricia Bullrich, la candidata de camaleónica trayectoria que promete "orden" en Argentina
Patricia Bullrich, la candidata de camaleónica trayectoria que promete "orden" en Argentina
Sputnik Mundo
Criada en el seno de una familia aristocrática, su carrera incluyó el paso por el peronismo y por una alianza radical, hasta desembocar en la coalición... 30.09.2023, Sputnik Mundo
Con más de 17 años ligados a la función pública, entre cargos ejecutivos y legislativos, Patricia Bullrich es una profesional de la política. A sus 67 años, la candidata que promete "destruir al kirchnerismo" libra su batalla para lograr ingresar a una segunda vuelta en los comicios presidenciales del 22 de octubre, bajo el sello de la coalición opositora de Juntos por el Cambio.Nacida en 1956 en Buenos Aires, es hija de Alejandro Bullrich y Julieta Luro Pueyrredón. Su apellido denota pertenencia a un linaje de élite en la sociedad argentina, con envidiable influencia en la tradición política del país: su bisabuelo es Honorio Pueyrredón, emblemático dirigente en la historia del centenario partido Unión Cívica Radical (UCR).Sin embargo, su primera incursión en la política fue casi en las antípodas del radicalismo. En 1973 —a sus 17 años— empezó a militar en la Juventud Peronista (JP), agrupación de gravitante peso durante la proscripción del movimiento nacido bajo el liderazgo del expresidente Juan Domingo Perón (1946-1955; 1973-1974).El lazo de Bullrich con el peronismo no fue exclusivamente ideológico. Por esos años, su hermana Julieta estuvo en pareja con Rodolfo Galimberti, figura central de la organización armada Montoneros, una de las tantas agrupaciones peronistas surgidas a fines de la década de 1960, durante la proscripción. Montoneros sería una de las principales fuerzas perseguidas por la última dictadura militar (1976-1983).La actividad militante de Bullrich la llevaría hasta la prisión: en 1975 fue detenida por pintar grafitis en espacios públicos. Tras el golpe de Estado de 1976, la joven militante se exilió y recién retornaría sobre el final del régimen, tras la derrota en la Guerra de Malvinas (1982), que sepultaría el destino del Gobierno de facto, responsable de aberrantes crímenes de lesa humanidad.De regreso en Argentina, continuó su militancia y en 1993 aterrizaría en el Congreso de la Nación tras haber sido electa diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires durante el Gobierno del peronista neoliberal Carlos Menem (1989-1999).El siguiente capítulo relevante en su vida política fue corto e intenso: ocurrió durante los sinuosos 2000 y 2001, justo antes de que se desatara la trágica crisis económica y política que terminaría con la renuncia del entonces presidente Fernando de la Rúa (1999-2001). Como ministra de Trabajo y luego de Seguridad Social, Bullrich fue la cara visible del recorte del 13% en los haberes de los jubilados, episodio determinante de su paso por la función pública.Hacia el 2003 lanzó su partido Unión por Todos, que en 2007 se aliaría con la Coalición Cívica, y así volvería al Parlamento nuevamente como diputada nacional, cargo que revalidaría para el periodo 2011-2015. Llegado este punto, recibió la invitación del presidente —entonces candidato— Mauricio Macri (2015-2019) para sumarse a la flamante alianza Cambiemos, hoy denominada Juntos por el Cambio, que llegaría al Gobierno en diciembre de ese año.Bullrich fue nombrada ministra de Seguridad y desde esa plataforma construyó su perfil de dirigente de la "mano dura" contra la delincuencia, en permanente respaldo acérrimo al accionar de las fuerzas de seguridad.Su nuevo paso por la función pública quedó marcado por hechos como la muerte del joven mapuche Santiago Maldonado, desaparecido durante un operativo de la Gendarmería Nacional, quien apareció sin vida dos meses y medio después. "Ni la Gendarmería ni nuestro Gobierno nunca hubiera hecho desaparecer a una persona", declaró públicamente la entonces ministra.La narrativa que supo construir Bullrich durante su gestión en Seguridad es la que levantó como bandera tras el fin del Gobierno de Macri: la lucha contra la inseguridad y la corrupción. En ambos casos, el oponente ideológico a vencer era el kirchnerismo, en referencia al espacio conducido por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.El común denominadorSegún Ragendorfer —autor de la biografía no autorizada de la candidata—, el variopinto recorrido de la exministra, que pasó del peronismo a una alianza con el radicalismo hasta terminar en una oposición acérrima a las ideas de su juventud, responde a un mismo objetivo que rige su accionar."Su paso por distintos espacios es un punto central en su figura, porque su travesía a lo largo de casi todo el arco político podría dar la idea de una personalidad cambiante. Pero creo que tiene un denominador común: su anhelo de acumular poder donde sea", apunta el periodista.También consultado por Sputnik, el analista político Lucas Romero considera que Bullrich quedó "marcada a fuego" por su paso por cada uno de los gobiernos que integró. Sin embargo, el punto de quiebre fue su suma a la Administración cuya gestión desembocaría en la crisis política, social y económica del 2001: "Fue un parteaguas en su trayectoria. Desde su rol en [el Ministerio de] Trabajo confrontó con los sindicatos, de lo cual hoy se enorgullece", explica el titular de la consultora Synopsis.Ayer y hoyEn un escenario de tercios como el surgido tras el resultado de las elecciones presidenciales primarias —en las que el libertario Javier Milei se impuso por estrecho margen sobre Juntos por el Cambio y sobre el oficialismo de Unión por la Patria—, la exministra enfrenta un horizonte que requiere de precisión quirúrgica para lograr ingresar en un potencial balotaje.Romero considera que "a Bullrich le cuesta superar el desafío de haber quedado por debajo de Milei, que es su principal rival en términos de concretar una opción de cambio demandado por una parte importante del electorado".Según Ragendorfer, "este es un momento absolutamente crucial en su carrera. Hoy, por primera vez, ella no necesita ninguna figura fuerte a su lado".
argentina, patricia bullrich, mauricio macri, unión cívica radical (ucr), montoneros, política, elecciones generales en argentina (2023), 💬 opinión y análisis
argentina, patricia bullrich, mauricio macri, unión cívica radical (ucr), montoneros, política, elecciones generales en argentina (2023), 💬 opinión y análisis
Patricia Bullrich, la candidata de camaleónica trayectoria que promete "orden" en Argentina
Criada en el seno de una familia aristocrática, su carrera incluyó el paso por el peronismo y por una alianza radical, hasta desembocar en la coalición centroderechista de Juntos por el Cambio. Desde la narrativa de la "mano dura" hasta la encrucijada por la aparición de Javier Milei: un perfil de la candidata que busca ingresar al balotaje.
Con más de 17 años ligados a la función pública, entre cargos ejecutivos y legislativos, Patricia Bullrich es una profesional de la política. A sus 67 años, la candidata que promete "destruir al kirchnerismo" libra su batalla para lograr ingresar a una segunda vuelta en los comicios presidenciales del 22 de octubre, bajo el sello de la coalición opositora de Juntos por el Cambio.
Nacida en 1956 en Buenos Aires, es hija de Alejandro Bullrich y Julieta Luro Pueyrredón. Su apellido denota pertenencia a un linaje de élite en la sociedad argentina, con envidiable influencia en la tradición política del país: su bisabuelo es Honorio Pueyrredón, emblemático dirigente en la historia del centenario partido Unión Cívica Radical (UCR).
Sin embargo, su primera incursión en la política fue casi en las antípodas del radicalismo. En 1973 —a sus 17 años— empezó a militar en la Juventud Peronista (JP), agrupación de gravitante peso durante la proscripción del movimiento nacido bajo el liderazgo del expresidente Juan Domingo Perón (1946-1955; 1973-1974).
La JP constituyó un engranaje central de la militancia durante los años en los que Perón estuvo exiliado, tras el golpe de Estado que lo derrocó en 1955. De hecho, la joven Bullrich participó de la caravana que recibió a su líder en el país en 1972, tras residir en el exterior durante 17 años.
El lazo de Bullrich con el peronismo no fue exclusivamente ideológico. Por esos años, su hermana Julieta estuvo en pareja con Rodolfo Galimberti, figura central de la organización armada Montoneros, una de las tantas agrupaciones peronistas surgidas a fines de la década de 1960, durante la proscripción.
Montoneros sería una de las principales fuerzas perseguidas por la última dictadura militar (1976-1983).
La actividad militante de Bullrich la llevaría hasta la prisión: en 1975 fue detenida por pintar grafitis en espacios públicos. Tras el golpe de Estado de 1976, la joven militante se exilió y recién retornaría sobre el final del régimen, tras la derrota en la Guerra de Malvinas (1982), que sepultaría el destino del Gobierno de facto, responsable de aberrantes crímenes de lesa humanidad.
"El hecho de ser cuñada de Galimberti fue fundamental. De todos modos, no es infrecuente que personas de clase alta empiecen militando en organizaciones de izquierda, incluso en aquellas que se abocaron a la lucha armada, como en el caso del Che Guevara", explica ante Sputnik el periodista Ricardo Ragendorfer, autor del libro Patricia: de la lucha armada a la seguridad.
De regreso en Argentina, continuó su militancia y en 1993 aterrizaría en el Congreso de la Nación tras haber sido electa diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires durante el Gobierno del peronista neoliberal Carlos Menem (1989-1999).
El siguiente capítulo relevante en su vida política fue corto e intenso: ocurrió durante los sinuosos 2000 y 2001, justo antes de que se desatara la trágica crisis económica y política que terminaría con la renuncia del entonces presidente Fernando de la Rúa (1999-2001). Como ministra de Trabajo y luego de Seguridad Social, Bullrich fue la cara visible del recorte del 13% en los haberes de los jubilados, episodio determinante de su paso por la función pública.
Hacia el 2003 lanzó su partido Unión por Todos, que en 2007 se aliaría con la Coalición Cívica, y así volvería al Parlamento nuevamente como diputada nacional, cargo que revalidaría para el periodo 2011-2015. Llegado este punto, recibió la invitación del presidente —entonces candidato— Mauricio Macri (2015-2019) para sumarse a la flamante alianza Cambiemos, hoy denominada Juntos por el Cambio, que llegaría al Gobierno en diciembre de ese año.
Bullrich fue nombrada ministra de Seguridad y desde esa plataforma construyó su perfil de dirigente de la "mano dura" contra la delincuencia, en permanente respaldo acérrimo al accionar de las fuerzas de seguridad.
EL FUTURO DE LA ARGENTINA ES CON LOS CHORROS Y NARCOS PRESOS
Cuando fui ministra de Seguridad dimos una guerra sin cuartel contra los delincuentes y los narcos en la provincia de Buenos Aires. La gente lo sentía. Eso se perdió.
Su nuevo paso por la función pública quedó marcado por hechos como la muerte del joven mapuche Santiago Maldonado, desaparecido durante un operativo de la Gendarmería Nacional, quien apareció sin vida dos meses y medio después. "Ni la Gendarmería ni nuestro Gobierno nunca hubiera hecho desaparecer a una persona", declaró públicamente la entonces ministra.
La narrativa que supo construir Bullrich durante su gestión en Seguridad es la que levantó como bandera tras el fin del Gobierno de Macri: la lucha contra la inseguridad y la corrupción. En ambos casos, el oponente ideológico a vencer era el kirchnerismo, en referencia al espacio conducido por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Según Ragendorfer —autor de la biografía no autorizada de la candidata—, el variopinto recorrido de la exministra, que pasó del peronismo a una alianza con el radicalismo hasta terminar en una oposición acérrima a las ideas de su juventud, responde a un mismo objetivo que rige su accionar.
"Su paso por distintos espacios es un punto central en su figura, porque su travesía a lo largo de casi todo el arco político podría dar la idea de una personalidad cambiante. Pero creo que tiene un denominador común: su anhelo de acumular poder donde sea", apunta el periodista.
"Su objetivo es la construcción de poder, ya sea con los dirigentes de Montoneros, ya sea con Menem, con De la Rúa o con Macri. Ella siempre busca ser la ganadora de turno, y esa trayectoria la llevó a donde está: tiene chances de terminar en la presidencia, y eso no es menor", remarca Ragendorfer.
También consultado por Sputnik, el analista político Lucas Romero considera que Bullrich quedó "marcada a fuego" por su paso por cada uno de los gobiernos que integró.
Sin embargo, el punto de quiebre fue su suma a la Administración cuya gestión desembocaría en la crisis política, social y económica del 2001: "Fue un parteaguas en su trayectoria. Desde su rol en [el Ministerio de] Trabajo confrontó con los sindicatos, de lo cual hoy se enorgullece", explica el titular de la consultora Synopsis.
"Sin embargo, creo que Bullrich consolidó su protagonismo en la política desde su rol en Seguridad con Macri. Construyó su capital al asumir esa posición de dirigente de mano dura y de orden, e intenta capitalizarlo como atributo", agrega el analista.
Ayer y hoy
En un escenario de tercios como el surgido tras el resultado de las elecciones presidenciales primarias —en las que el libertario Javier Milei se impuso por estrecho margen sobre Juntos por el Cambio y sobre el oficialismo de Unión por la Patria—, la exministra enfrenta un horizonte que requiere de precisión quirúrgica para lograr ingresar en un potencial balotaje.
Romero considera que "a Bullrich le cuesta superar el desafío de haber quedado por debajo de Milei, que es su principal rival en términos de concretar una opción de cambio demandado por una parte importante del electorado".
"La tendencia natural de Patricia, que es la confrontación con el kirchnerismo, la pone frente a una estrategia insuficiente para construir una mayoría ganadora. La principal demanda de la sociedad no es ir contra los Kirchner, sino resolver los problemas económicos, porque la inflación supera el 120%", señala el consultor.
Según Ragendorfer, "este es un momento absolutamente crucial en su carrera. Hoy, por primera vez, ella no necesita ninguna figura fuerte a su lado".
"Otras prometedoras figuras no lograron volver a estar tan cerca de la presidencia. Me inclino a pensar que esta puede ser su última jugada, su apuesta definitiva. Pero realmente no lo sé, y creo que nadie puede saberlo", indica el periodista.
No te pierdas las noticias más importantes
Suscríbete a nuestros canales de Telegram a través de estosenlaces.
Ya que la aplicación Sputnik está bloqueada en el extranjero, en este enlace puedes descargarla e instalarla en tu dispositivo móvil (¡solo para Android!).
El acceso al chat ha sido bloqueado por violación de las reglas.
Usted puede volver a participar dentro de∞.
Si no está de acuerdo con el bloqueo, utilice el formulario de contacto>
La discusión ha sido cerrada. Se puede participar en una discusión durante 24 horas después de la publicación de la noticia.