Un investigador español recupera uno de los cuadros perdidos de la locura de Géricault
13:36 GMT 27.01.2021 (actualizado: 14:38 GMT 03.06.2024)
© Foto : Cortesía de Javier S. BurgosEl cuadro de Géricault 'El hombre melancólico' ha sido encontrado por un español dos siglos después de que se pintara
© Foto : Cortesía de Javier S. Burgos
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El pintor francés Géricault pintó una serie de 10 cuadros sobre las expresiones de pacientes psiquiátricos. Cinco de ellos están expuestos en museos de Europa y Estados Unidos. Del resto no se sabía nada hasta la actualidad.
Javier S. Burgos es doctor en biología molecular, pero la mayor parte de su trayectoria profesional la ha dedicado a la neurociencia y más específicamente a la enfermedad de Alzheimer. No es psicólogo ni experto en arte, aunque por pura serendipia se ha convertido en todo un detective que ha logrado resolver el enigma de los cuadros perdidos del pintor francés.
Pero, ¿quién fue Géricault y por qué resulta tan apasionante esta historia? Théodore Géricault nace en Rouen (Francia) en 1791, dos años después de que estallase la Revolución Francesa. Pintó numerosos cuadros, pero cobró especial popularidad por La balsa de la Medusa y los retratos de la locura. Cuenta la leyenda que, para reproducir con exactitud los cuerpos en descomposición para recrear la obra que le llevó a la cima, recorrió todas las morgues de París y los lugares más inhóspitos donde podía haber cadáveres. Es en uno de ellos, en el hospital de Salpêtriere, cuando conoce a Georget, psiquiatra jefe de ese mismo centro.
CC BY-SA 2.0 / Dennis Jarvis / France-003341B - Raft of the MedusaLa balsa de la Medusa representa el momento posterior al naufragio de la fragata naval francesa Méduse
Ambos establecen una relación de amistad y Georget le pide a Géricault que retrate a sus locos. Georget creía en el poder de la fisiognomía y estaba convencido de que se podía diagnosticar las enfermedades psiquiátricas observando la expresión de los rostros de los enfermos. El encargo consistió en realizar diez retratos de enfermos mentales, lo que conformará una serie que se conocerá como las Monomanías.
Géricault realizó más de doscientos dibujos de dementes, pero acabó pintando tan solo diez entre 1822 y 1823. Diez pinturas que Georget custodiará hasta su muerte y que posteriormente serán divididas en dos lotes repartidos entre sus alumnos Maréchal y Lachèze. En 1863, cuarenta años más tarde, se descubren los cuadros de Lachèze porque él intenta venderlos. El marchante de arte que se los compra se queda alucinado y escribe a una revista francesa diciendo que es un "descubrimiento fabuloso". En ese escrito cuenta que hay otros cinco que se los ha llevado Maréchal; hasta el momento no se sabía nada de ellos, ni siquiera si existían. De esa serie extraviada, surge El hombre melancólico, la obra que se había dado por perdida hasta que el investigador español dio con ella en Italia.
Todo empezó allá por noviembre o diciembre de 2017. Y comenzó como comienzan las cosas que merecen la pena: con una fijación obsesiva por la belleza. Esta vez en forma de una serie de cuadros. Entonces no podía ni soñar con recorrer el camino que me ha traído hasta aquí
— Javi Burgos (@Javisburgos) January 21, 2021
Tras la búsqueda de los cuadros perdidos
"A finales de 2017 vino esta historia a mí no recuerdo ni cómo y me sedujo desde el principio. Conté esa primera parte de los retratos en mi libro Geografía de la locura, pero desde ese momento ya se me metió en la cabeza intentar buscar los otros cinco cuadros desaparecidos", narra a Sputnik Javier S. Burgos, quien tres años después estaba ahí; frente a uno de los cuadros perdidos.
"La pintura y la literatura para mí siempre han sido una afición. Intento cultivar esa faceta, pero como hobbie, pero cuando me llegó esta historia, me impresionó tanto que tuve que ir más allá", explica Burgos, quien asegura que siempre está atento a historias de neurociencia que se puedan contar para hacer divulgación científica.
Se trata de la primera monomanía de la tristeza. Georget en su Tratado de la Locura de 1823 habla de las monomanías. Aunque no es un concepto suyo, sino de sus maestros, en ese tratado dice que hay dos tipos de monomanías: "Aquellas que cursan con excitación, y otras que cursan con tristeza y abatimiento, como la melancolía". Las cinco que se conocían hasta hoy pertenecían a la serie de la excitación, mientras que este cuadro es de la otra clase. "No sabemos si las cuatro que faltan también serán de esta clase o de otra diferente, pero desde luego, este es el primero de la tristeza", recalca Burgos.
"Ha sido un proceso casi detectivesco, he ido encontrando pistas que poco a poco han ido haciéndose fuertes y al final de esta historia, me encontré delante del cuadro con la dueña o dueño del cuadro charlando sobre las expresiones de cada uno de los dos", relata el investigador. "Es un momento absolutamente mágico".
El día del hallazgo llegó en enero de 2020, pero desde entonces lo mantuvo en secreto. A lo largo de ese año escribió un artículo científico que un año después ha sido publicado en la revista The Lancet Neurology: es la primera vez que se muestra ese cuadro al mundo.
Tras pintar las monomanías, la fisiognomía quedó en desuso y hoy en día no tiene ninguna validez científica, pero el interés de esta historia reside en que aquellos fueron los primeros movimientos que trataron el método científico para tratar a los pacientes, pues al principio del siglo XIX "se hacían verdaderas perrerías en los psiquiátricos". Esta escuela parisina, conocida hoy en día como la de los alienistas, "empezaron a tratar a esas personas enfermas como personas, que no era lo habitual en aquella época", describe Burgos.
© Foto : Cortesía de Javier S. BurgosEl cuadro de Géricault 'El hombre melancólico' ha sido encontrado por un español dos siglos después de que se pintara
© Foto : Cortesía de Javier S. Burgos
Géricault fue un hombre trastornado que pudo plasmar con exactitud las locuras de los pacientes. Hay varias teorías sobre su muerte: una caída de un caballo, sífilis o complicación de un trastorno mental. Posiblemente sea esta última causa la que más se acerque a la realidad, que le llevará a la muerte con tan solo 32 años. "Probablemente esta fuera una conexión fuerte para aceptar el encargo del psiquiatra", argumenta Burgos.
"He tirado mucho de internet y he contactado con muchas personas, pero solo he realizado un viaje que fue para quedar con la persona propietaria de la obra", relata el investigador. La primera gran pista la consiguió en verano de 2019 y en enero de 2020 estaba frente al cuadro. Aunque no ha querido explicar los detalles sobre el propietario o propietaria de El hombre melancólico, se sabe que reside en Italia y que seguramente haya accedido a la obra a través de un encargo a un marchante de arte, "aunque no es que le interesara Géricault especialmente", confirma.
Ahora solo queda esperar que algún fanático conmovido por la historia de Géricault como Burgos, encuentre el artículo de Lancet y pudieran juntar todas las pistas para dar con los cuatro restantes. "Si alguien como yo estuviera tras la pista de los otros cuadros, sería fabuloso", concluye el autor del artículo.