El riesgo navideño en España: mejor cenar a distancia y evitar la soledad
El ministro de @sanidadgob alerta de un cambio de tendencia en la evolución de la pandemia en España
— La Moncloa (@desdelamoncloa) December 18, 2020
❗Pide a la ciudadanía MÁXIMA PRUDENCIA en estas fiestas y el cumplimiento de todas las medidas adoptadas por las autoridades sanitarias en cada CC.AA.#ElMejorRegaloEsCuidarnos pic.twitter.com/M1kejBMJZQ
¿Pueden ser insuficientes las medidas?
"La recomendación tendría que ir no tanto en no desplazarse, sino en el sentido de no juntarse".
3.784 muertes (una cada 24 segundos) y un cuarto de millón de contagios en EEUU tres semanas después del Día de Acción de Gracias. Y por aquí todavía pensando si vamos a ser 6 ó 7 en la cena de Nochebuena.
— Vicent Montagud (@vicentmontagud) December 17, 2020
EE.UU. después de la fiesta de Acción de Gracias (solo 1 día).
En España, tenemos 4 días festivos señalados en Navidad.
No cenen con NO convivientes, por Dios.⚠️💀 pic.twitter.com/dyq4TlvvNVLa responsabilidad individual
En opinión de Gullón, el problema de intentar atajar los contagios durante las vacaciones de Navidad es que los instrumentos legales no terminarán de entrar en los hogares. "No hay forma de regular con un real decreto que las reuniones familiares no se produzcan", afirma."Las personas han hecho ya sus planes, y establecer que las reuniones se limiten a 6 ó 10 personas, las que sean, es una medida que solo tendrá efecto si la población la comprende y la cumple. Es muy difícil modificar las cosas que ya se anunciaron el día 2"."En las reuniones con familiares que no sean convivientes, lo que toca es celebrarlas con protección respiratoria y no sentarse juntos a consumir alimentos", añade su colega Alberto Torres, que es miembro de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (SEMPSPH)."Si no lo hacemos, el riesgo aumentará. ¿Cuánto? Dependiendo de la suma de las exposiciones individuales de todos los que están allí reunidos"."Si comemos o cenamos juntos, hay que hacerlo a distancia", subraya, recordando que ya se están emitiendo por TV anuncios institucionales "que van en esa línea". El Ministerio de Sanidad difunde su propio spot para la campaña El Mejor Regalo Es Cuidarnos. "Yo no prohibiría del todo las cenas, porque hay una casuística social enorme", puntualiza Torres. "Pero se trata de apelar a la responsabilidad individual, que se entienda que compartir espacios es un riesgo, que las personas nos regulemos, que comprendamos qué tipos de riesgos podemos asumir, sobre todo si están presentes personas mayores".Ante el "efecto multiplicativo" que pueden entrañar las vacaciones de Navidad, Pedro Gullón, que es miembro de la Sociedad Española de Epidemiología, conviene en que las "estrategias de comunicación" son vitales. "Hay que actuar en los elementos que no son los típicos navideños; es decir, atajar fuera del hogar para que el impacto sea un poco menor en las casas". "Porque en unas condiciones en que te sientas a la mesa sin mascarilla, comes y consumes alcohol en espacios cerrados y con poca ventilación, las cenas asustan".🎄Para protegerte y proteger a los demás, esta Navidad #ElMejorRegaloEsCuidarnos
— Salud Pública (@SaludPublicaEs) December 12, 2020
🪟Ventila bien las estancias
🧼Lávate las manos
😷Usa la mascarilla también en reuniones familiares
↔️Mantén la distancia
👉Minimiza el número de contactos
❌No saludes con besos o abrazos pic.twitter.com/xhYLFysLYyEsperanzas y otros riesgos
Estos especialistas en salud pública subrayan la necesidad de armarse de paciencia y pensar de modo optimista. "Esto no va a durar toda la vida", resalta Alberto Torres. "Como todas las epidemias, la de COVID-19 también irá disminuyendo, y las vacunas que están apareciendo propiciarán aún más esta situación".Un horizonte donde el alza constante de contagios no remitiese, podría coincidir con el inicio de las vacunaciones masivas. ¿Puede una situación así entorpecerlas? "Tendría que aumentar mucho la incidencia", dice Torres, subrayando que se dispone de conocimiento y capacidad de respuesta para hacer disminuir la incidencia. "Ya sabemos qué medidas funcionan para cortar la transmisión"."Las reuniones familiares o el acceso a determinados lugares aumenta las posibilidades de transmisión. Pero todo dependerá de la suma de los comportamientos de todas las personas".Pero el problema que representa el periodo navideño, visto con un enfoque más amplio de salud pública, no solo atañe al COVID-19. "La soledad es un problema de salud pública de los más importantes", recuerda Pedro Gullón, avisando del carácter problemático de establecer que "nadie se reúna con nadie más allá de los convivientes" en las propias casas. "Hay personas mayores que llevan todo el año solas y son un verdadero problema de salud pública"."Hay que reunirse lo menos posible, hacer las menos compras presenciales posibles, pero hacer que también haya la menor soledad posible, que nadie se quedo solo. Y para eso hacen falta campañas de comunicación, imaginar formas diferentes de celebrar la Navidad, conectar por otros medios".Las regiones deciden
El 16 de diciembre, en la reunión del Consejo Interterritorial entre el Gobierno central y las comunidades autónomas se acordó que estas últimas tengan la posibilidad de endurecer las restricciones si la evolución de la pandemia en sus territorios sigue empeorando.El acuerdo fundamental prevé una movilidad restringida entre el 23 de diciembre y el 6 de enero, pero que permite desplazamientos para ver a familiares y allegados, reuniones de hasta 10 personas y toque de queda a las 1:30 horas. Sin embargo, los responsables de la Comunidad de Madrid anunciaron el 17 de diciembre que no tienen previsto variar el plan a pesar del repunte de casos observado en la región. Así lo comunicó su presidenta, Isabel Díaz Ayuso, contraria a su cierre perimetral. El anuncio contrasta con el de las autoridades de la Comunidad Valenciana (con una incidencia acumulada de casi 255 casos), que endurecen esta medida y no permitirán la entrada (y salida) en su territorio de personas que no tengan residencia habitual en ella.Al respecto, Alberto Torres admite que la incidencia de la pandemia en cada caso determinará una línea de actuación concreta. "La respuesta de cada comunidad autónoma puede ser diferente, se tomarán decisiones en base a la evolución de la pandemia, hay que ver qué es lo más adecuado en cada lugar", declara. Respecto a la situación en la Comunidad de Madrid, que acaba de reducir de 10 a 6 el número permitido de personas en las reuniones familiares, Pedro Gullón afirma que esta dispone de "mucho margen" para actuar."Más aún cuando sus casos están en ascenso. Y si tampoco se pensaba ir más allá cuando estábamos en 800 casos por cada 100.000 habitantes, pues ahora no cabe esperar que se endurezcan mucho más las medidas", concluye.