En todas las culturas, las personas ancianas han representado experiencia y sabiduría. De hecho, el viejo sabio es una figura clásica de la literatura, utilizada también en la psicología a través del arquetipo del anciano, descripta por el psiquiatra suizo Carl Gustav Jung.
Sin embargo, en el mundo contemporáneo, las personas mayores tienden a quedar relegadas a un lugar de vulnerabilidad, incapacidad de acción y, por ende, dependencia, ya sea por las dificultades en la salud que aparecen a determinadas edades, o porque muchos, retirados del mundo del trabajo, ya no son económicamente productivos.
Asimismo, la pandemia de COVID-19 ha generado estragos en esta población. Algunos de los motivos son las dificultades económicas, el aislamiento social que deben acatar con mayor rigurosidad por tratarse de personas en situación de riesgo, y la soledad que supone estar lejos de sus familias.
Por ello, en el Día Internacional de las Personas de Edad, que se celebra cada 1 de octubre, este 2020 la ONU ha instado a "destacar las importantes aportaciones que nuestros mayores hacen a la sociedad y crear conciencia sobre las oportunidades y los desafíos del envejecimiento en el mundo de hoy". Pero ¿cómo podemos hacer del mundo en pandemia un lugar más habitable para los más vulnerables?
La vida de los adultos mayores en tiempos de pandemia
"Lo tremendo del COVID-19 es que para cuidar a los residentes hay que aislarlos y eso es lo duro, porque un adulto mayor lo que más necesita y lo que más quiere es cariño, cuidados y apoyo. Esa es la gran paradoja de esta enfermedad tan infame", contó a la agencia France24 Sonia Von Dessauer, fisioterapeuta que trabaja hace 19 años en un hogar geriátrico de Santiago de Chile.
"Muchos presentan neumonía respiratoria porque tienen demencia, entonces nosotros constantemente tenemos pacientes que están con fiebre y cuando esto sucede se levantan todos los protocolos de aislamiento, porque uno no sabe qué origina la fiebre, puede ser por COVID-19. Esa tensión que se genera es desgastante para todo el personal de la salud y de enfermería, uno siente que pasa todo el tiempo pisando huevos", explica.
Uno de los puntos que observa el personal de salud está directamente ligado a la psicología y al estado de ánimo de los ancianos. En varios geriátricos las actividades grupales han debido ser suspendidas, así como también todo lo que implique salidas al aire libre o visitas culturales.
Cómo cuidar a las personas mayores durante la pandemia
Los profesionales de la salud mental coinciden en varios puntos. En primer lugar, de una forma u otra, es preciso mantenerse en contacto con la persona mayor. Ya sea por teléfono o por videollamada, hay múltiples formas de acercarse, y la comunicación en momentos de soledad es lo más importante, sostiene un artículo de NPR.
En este sentido, organizar reuniones virtuales puede ser una buena alternativa. A falta de visitas, programar un horario para ver televisión o cenar con la persona a distancia es una opción viable que hará que se sienta acompañada.
Preguntar cómo está la persona, qué hizo durante el día y qué hay de nuevo es importante para demostrar interés y tener temas de conversación. Si hay un tema de interés común, es bueno apelar a ello para generar entusiasmo y complicidad con la persona querida.