Tanto la petrolera estatal como la empresa de electricidad, responsable de la generación y distribución de energía eléctrica, han anunciado su necesidad de endeudarse para enfrentar las dificultades generadas por la emergencia sanitaria.
La economía mexicana paga un precio muy alto para jugar estas reglas", dijo a Sputnik el investigador en Ciencias Económicas de la Universidad Autónoma Metropolitana Jesús Roso, autor de varios libros sobre la especulación financiera en México.
En el pasado se ha recurrido a utilizar el endeudamiento para financiar gasto público a veces sin ser necesario, pero esta vez la emergencia sanitaria obliga a cambiar la estrategia, explicó el especialista.
"Así lo recomiendan varios estudios internacionales y es la práctica a la que han recurrido varios estados", añadió el economista.
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), México es el país del grupo de las veinte economías más desarrolladas del planeta que menos recursos ha destinado a enfrentar la pandemia del coronavirus, pese a que se coloca como uno de los cinco países con mayor número de muertos por el COVID-19, con más de 103.000 fallecidos y superando el millón de contagios.
"La deuda debería usarse para resolver los problemas que tenemos en el país, en este momento vamos a tener un problema muy serio de empleo", señaló por su parte en una presentación a periodistas la analista Valeria Moy, directora de la organización ciudadana "México ¿Cómo Vamos?".
La responsable de la organización que se dedica a evaluar la gestión del Gobierno federal y de los estatales señaló que es posible una buena gestión en los mercados de capitales "si nos endeudamos con un uso responsable de los recursos".
Deuda petrolera
El caso de Pemex es particularmente preocupante porque la petrolera no solo enfrenta una disminución de sus ingresos como resultado de una baja en la producción que arrastra en la última década, sino también la reducción en los precios internacionales del crudo, que afecta sus finanzas.
Solo esa parte vital de la petrolera acumulaba entre enero y septiembre unos 20.400 millones de dólares, es decir, más del 150% de los 159.808 millones de pesos (unos 8.000 millones de dólares) que perdió esa unidad productiva en todo 2019.
Los especialistas en materia energética consideran que el Gobierno de López Obrador podría aliviar la situación financiera de Pemex.
No obstante, para lograrlo debería reducir el costo de la deuda o disminuir la fuerte carga impositiva de la cual se tiene que hacer cargo la empresa, aunque sus aportaciones al erario han bajado del 40% a principios del siglo XXI a menos de 18% actualmente.
Además, con 125.000 empleados, Pemex es una de las mayores contratistas de mano de obra de México.
"Si se dieran esos dos cambios en el modelo de negocio pensamos que mejoraría el perfil de Pemex y por lo tanto se reducirían las presiones hacia el país", señaló Carlos Serrano, economista jefe del banco BBVA durante una reciente videoconferencia realizada para analizar la situación financiera en el país.
Según la Secretaría de Hacienda del Gobierno de México, el BBVA se convirtió este año en el principal acreedor de México en el exterior, al otorgarle recursos por unos 6.000 millones de dólares.
Electricidad en números rojos
Por su parte, la CFE también debió emitir bonos de deuda por 10.000 millones de pesos (unos 495 millones de dólares) en septiembre pasado, pero en su caso este endeudamiento fue para refinanciar deuda antigua.
La calificadora internacional Standard and Poors consideró, sin embargo, que la emisión de bonos de septiembre no cambia en la práctica la deuda de la compañía.
Esas penurias ocurren mientras López Obrador insiste en revertir una reforma constitucional en materia energética que acabó con el monopolio estatal de Pemex y la CFE y atrajo la competencia de petroleras de Estados Unidos, Europa, Australia y países asiáticos como China, Rusia, Japón y Malasia.
