Hoy en día hay varios países que podrían abrir nueva página en el desarrollo histórico de la segunda religión más grande de todo el planeta que cuenta con 1.800 millones de seguidores. Es verdad que los principales santuarios del mundo musulmán se ubican en Arabia Saudí. La Meca y Medina siempre han sido y seguirán siendo los lugares más sagrados para cualquier creyente del islam. Son importantísimos lugares de peregrinaje.
Esto no quiere decir que suceda algo malo. En pocas palabras, otros países musulmanes pasan a entender la importancia de su papel en la umma —comunidad de los creyentes del islam—. El pluricentrismo poco a poco reemplaza al monopolio en el islam político. Entonces, ¿por qué es algo natural? La respuesta radica en la naturaleza de la religión que abarca un enorme territorio desde las costas del océano Atlántico y hasta el límite occidental del océano Pacífico en el este.
En este territorio viven los creyentes de diferentes ramas del islam. Y no solo se trata de chiíes o suníes: hay muchas más ramas. La lista de los países es bastante diversa. Pero hay un país asiático que destaca en este sentido. En la frontera sudeste de Asia se encuentra Indonesia, cuya población en su mayoría profesa el sunismo, para ser más precisos, pertenece a la escuela shafií. Allí viven más de 200 millones musulmanes o el 10% de todos los seguidores del islam.
¿Indonesia, nuevo centro del islam moderado?
"Indonesia desempeña un importantísimo papel en el mundo musulmán y pretende ser el líder de los musulmanes moderados", declaró a Sputnik la experta en Sudeste Asiático y catedrática del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú (MGIMO, por sus siglas en ruso), Larisa Yefímova.
En comparación con Arabia Saudí, donde viven solo el 2% de todos los musulmanes del mundo, Indonesia luce como un verdadero gigante de la umma. Como el país con el mayor número de musulmanes en todo el planeta, Indonesia tiene todas las posibilidades de convertirse en uno de los países clave del mundo islámico y de hecho hay quienes consideran que ya lo es. Además, Indonesia tiene una ventaja importante: el alto nivel de tolerancia hacia otras ramas de islam.
Indonesia protege legalmente el derecho de los habitantes a seguir diferentes interpretaciones de la religión y profesar diferentes prácticas del islam. De esta manera, en el país asiático se ha creado un espacio libre donde coexisten diferentes ramas del islam, si bien la mayoría se adhiere a la escuela concreta del sunismo. Este tiene un toque algo distinto en Indonesia.
A partir de mediados de 2000 Indonesia ha hecho un gran esfuerzo para mediar en la solución de varios conflictos del mundo musulmán. Se ha prestado una atención especial al problema en torno a la soberanía de Palestina. Asimismo, el país asiático se dedica a ayudar a los países musulmanes pequeños a desempeñar un papel más visible en diferentes organizaciones internacionales.
En Indonesia hay dos organizaciones religiosas principales: Nahdlatul Ulama que une a unos 40 millones creyentes y Muhamadiya que se encuentra en el segundo lugar con alrededor de 30 millones de seguidores. Hay diferencias entre estas dos organizaciones, explicó Yefímova.
"Nahdlatul Ulama se adhiere al islam tradicional de Indonesia que es percibido por algunos musulmanes como no puro. Entretanto, Muhamadiya representa una versión del islam modernizado. Esta última organización desempeña un importante papel porque cuenta con seguidores bien educados. También cuenta con su propia red de escuelas y universidades", agregó.
Muhamadiya se ocupa del desarrollo de cooperación con diásporas musulmanas en países de Europa e incluso en los países de la antigua Unión Soviética. Teóricamente es posible que el Gobierno indonesio se aproveche de esta ONG para poder competir con la influencia árabe en el mundo musulmán.
Lo musulmán no es necesariamente lo árabe
Lógicamente, a otros países que ya se encuentran en una posición notable dentro del mundo musulmán no les conviene el creciente rol de Indonesia. Inevitablemente los círculos más tradicionalistas de la umma se muestran en contra del país asiático porque no comparten su visión del islam. El problema radica en la diferencia significativa entre los enfoques que tienen los musulmanes en los países árabes y en el resto de los países asiáticos.
"En el futuro, Indonesia evidentemente competirá con los países de Oriente Medio por el liderazgo en el mundo musulmán. Los países musulmanes de Oriente Medio profesan la versión del islam más ortodoxo. El islam que se profesa en Indonesia es más moderado. Pues desde el punto de vista del islam ortodoxo el tipo de religión común en Indonesia no es puro: se considera que esta versión está mezclada con las tradiciones locales", puso de relieve Yefímova.
La falta de deseo de los países árabes de tomar en serio los intentos de Yakarta de hacer crecer su rol en el mundo islámico tiene que ver precisamente con dicha percepción del islam en Indonesia como no puro, como uno que está mezclado con las creencias animistas.
"Arabia Saudí optará por seguir siendo el líder del mundo musulmán. Pero esto no significa que se cree una competencia con países como Indonesia. Es más probable que traten de llegar a un consenso. En el pasado, los países como Irán —mayormente chií— y Pakistán también tenían intenciones de aumentar su papel en el mundo musulmán", indicó la experta.
La intención de los creyentes indonesios es dejar claro que todo lo musulmán no debe equipararse con todo lo árabe. Este enfoque no les gusta a los países árabes que gozan de cierto grado de importancia en la umma.
Si bien algunos perciben esto como un intento de sembrar discrepancias entre los países musulmanes, otros ven que no es nada más que el miedo a lo desconocido. Al fin y al cabo, es probable que todos o casi todos los países de la umma acepten el modelo pluricéntrico.