Destituir o sustituir a los miembros del Gobierno no resolverá ningún problema agudo en Armenia, así lo expresó durante una conversación con Sputnik Armenia el especialista en gestión Serob Antinián, quien comentó las recientes destituciones y nombramientos en el gabinete.
Antinián señaló que los ministros son despedidos o sustituidos en caso de una crisis de gobernanza y sectorial. En tales casos llega un nuevo ministro, toma decisiones políticas y resuelve los problemas acumulados en un área concreta. Pero la crisis en Armenia no es de gobernanza, sino política, según el especialista.
En tal situación, la sociedad esperaba de las autoridades, en primer lugar, una aclaración detallada sobre el problema de Karabaj y no un cambio de miembros del Gobierno, afirmó.
"Sin embargo, en lugar de aclaraciones y comentarios, vemos un comportamiento inapropiado del equipo político, con unos disparates francamente cínicos e hipócritas por parte de algunas personas, en su mayoría diputados. Eso no contribuye a resolver el problema o recuperar una estabilidad psicológica en la sociedad", dijo Antinián.
Tanto en los días de la guerra de Karabaj, como después de la declaración tripartita sobre un alto el fuego del 9 de noviembre, fueron revelados numerosos problemas para los cuales las autoridades armenias no tienen solución. Los residentes de Nagorno Karabaj se quedaron sin apoyo real, no solamente en un estado psicológico delicado, sino también con problemas sociales y cotidianos pendientes. Los problemas de residencia, reasentamiento o regreso de muchas familias de Artsaj aún están por resolver. Ni siquiera pueden encontrar camiones para llevar sus pertenencias desde las aldeas entregadas a Azerbaiyán.
Por lo tanto, a Antinián se le preguntó sobre la razón de esta situación: ¿si el sistema de gestión carece de recursos en las circunstancias actuales o hay otra explicación para esta inacción?
Tras el cambio de poder en 2018, tras la optimización del sistema de gestión, la situación no solamente está lejos de mejorarse, sino que, por el contrario, se ha vuelto aún peor, enfatizó el experto.
"Es un problema sistémico, en particular, no ha sido debidamente organizada la solución de las cuestiones humanitarias, relacionadas con la evacuación de personas y sus bienes, el regreso y el reasentamiento de refugiados; no han sido adecuadamente y centralizadamente coordinados los procesos para garantizar una puntualidad y una eficacia de las actividades realizadas. Este es un gran fallo en el funcionamiento del sistema estatal", anunció Antinián.
El especialista en gestión enfatiza que las autoridades de hoy ya están enfrentando el problema de la legitimidad y la tarea más importante para las mismas es actuar como un frente unido y centralizado.
"La sociedad ahora padece un estrés posguerra, muchos ciudadanos ni siquiera pueden encontrar los cuerpos de sus seres queridos que murieron en la reciente guerra, no pueden transportarlos y enterrarlos debidamente", señala nuestro interlocutor.
Superar este estrés, según el experto, es en muchos aspectos una prioridad de Estado. Y esto solo es posible a través del único sistema, a través de un control duro. La sociedad, incluso después de las pérdidas más graves, debe sentir la disposición de la nación de brindar apoyo y asistencia.
Desde el 10 de noviembre, en Ereván se han llevado a cabo multitudinarias manifestaciones contra el primer ministro, Nikol Pashinián. Los principales organizadores de las acciones han sido los partidos ARF Dashnaktsutiun, Patria, el Partido Republicano de Armenia y Armenia Próspera.
Las manifestaciones comenzaron tras la celebración de los acuerdos sobre Nagorno Karabaj. Los presidentes de Rusia, Armenia y Azerbaiyán firmaron una declaración conjunta sobre un alto el fuego en Karabaj. Según la declaración, el cese al fuego total en Nagorno Karabaj entró en vigor el 10 de noviembre. Armenia aceptó una serie de concesiones territoriales. La medida causó una gran protesta pública y fue vista como una traición a los intereses nacionales.