"Los principales países de la OTAN tratan de ocultar que están irritados por el acuerdo alcanzado entre Azerbaiyán y Armenia, con la activa participación de Rusia, sobre un alto el fuego en Nagorno Karabaj", declaró el jefe del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR, por sus siglas en ruso), Serguéi Narishkin.
EEUU y sus aliados están molestos porque la guerra se detuvo con la mediación de Moscú. Esto, de hecho, 'anuló' su trabajo de muchos años para expulsar a Rusia del Cáucaso Sur", afirmó el alto funcionario.
La inteligencia rusa tiene datos, según los cuales "ciertos países occidentales, a través de sus canales, provocan a los nacionalistas armenios y azerbaiyanos para que desacrediten y rompan" el alto el fuego en Nagorno Karabaj, enfatizó el jefe del Servicio de Inteligencia Exterior.
Asimismo, señaló que a los armenios los intentan convencer de que la paz alcanzada en la zona en realidad es una derrota de Ereván, mientras a los azerbaiyanos les dicen que su victoria fue robada por el Kremlin y que "el Ejército de Azerbaiyán estaba a un paso de conquistar Stepanakert", capital de Nagorno Karabaj.
"Esas acciones vuelven a demostrar que EEUU y sus amigos europeos, como siempre, resuelven sus problemas a expensas de los intereses de la gente común (...) A los estadounidenses y europeos no les importa que sus provocaciones puedan llevar a un nuevo derramamiento de sangre y sumergir a la región en un grave conflicto militar", puntualizó.
El Consejo de la Federación aprueba una misión de paz prolongada
El 18 de noviembre, el presidente ruso, Vladímir Putin, solicitó autorización al Consejo de la Federación ruso para usar las Fuerzas Armadas del país en una misión de paz de larga duración en Nagorno Karabaj, que empezó el pasado 10 de noviembre. A su vez, la Cámara Alta de Rusia otorgó el permiso correspondiente. La decisión avala la misión de paz que permanecerá en la zona los próximos cinco años con posibilidad de prolongación más allá del 2025.
El Centro de Respuesta Humanitaria ruso toma forma
El Centro de Respuesta Humanitaria de Rusia será el principal órgano ejecutivo para controlar el cumplimiento del acuerdo de paz firmado por las partes el 9 de noviembre, según los empleados del Ministerio.
Aproximadamente 1.200 personas formarán parte de esta organización, entre los cuales están especialistas civiles, funcionarios del Servicio de Fronteras del Servicio Federal de Seguridad de Rusia y del Ministerio para Situaciones de Emergencia, informan fuentes dentro del Ministerio de Defensa, citadas por el periódico ruso Izvestia.
El Centro de Respuesta Humanitaria se ocupará de todos los problemas y garantizará no solamente la vuelta de refugiados, sino también una vida normal en su zona de responsabilidad. Esta institución estará formada por cinco centros de interacción especializados, uno de los cuales controlará la separación de las partes en el conflicto y el cumplimiento de un alto el fuego. El segundo se encargará de las operaciones humanitarias en Nagorno Karabaj, mientras el tercer centro será responsable del acceso y del servicio de carreteras y rutas de transporte. Las funciones de los otros dos aún están por aclararse, informan los empleados del Ministerio de Defensa.
El primer grupo se sitúa en la zona norte de la república no reconocida, donde se están estableciendo once puestos de observación permanentes. El estado mayor se ubicará en la ciudad de Mardakert. El segundo será responsable del tramo donde la situación se ha agravado más, concretamente Stepanakert, donde estará ubicado el estado mayor de las fuerzas rusas, el corredor de Lachín, así como las carreteras alrededor de Shushi.
Los militares rusos se mantendrán en la zona en conflicto por cinco años. Su misión se prorrogará automáticamente por otros cinco años si Armenia o Azerbaiyán no anuncian el cese de vigencia del acuerdo con una antelación de seis meses.
El destino definitivo de Karabaj aún está por verse desde el punto de vista político. Azerbaiyán insiste en la necesidad del completo control de Bakú sobre el territorio de la república no reconocida.
Vuelta de refugiados
Al día de hoy, el régimen del alto el fuego se acata a lo largo de toda la línea de contacto, informan los militares rusos y confirman las partes en conflicto.
En los días anteriores, a Stepanakert llegaron desde Armenia tres columnas de autobuses con refugiados acompañados por pacificadores rusos y la policía militar. Los habitantes regresan a su ciudad natal que abandonaron debido a los tiros de artillería y las hostilidades.
Protestas en Armenia
El viceministro de Exteriores ruso, Andréi Rudenko, declaró en una rueda de prensa que Moscú espera que las protestas que se desarrollan en Armenia no desestabilicen la situación en Nagorno Karabaj ni amenacen el cumplimiento de los puntos de este acuerdo.
"Esperamos que los sucesos en Armenia no desestabilicen la situación, lo que representaría una amenaza, en particular, para la declaración firmada", dijo Rudenko.
El 16 de noviembre las calles de la capital de Armenia, Ereván, fueron tomadas por cientos de manifestantes que rechazan el acuerdo de paz del territorio disputado con Azerbaiyán.
Armenia y Azerbaiyán acordaron un alto el fuego, con la mediación de Rusia, a partir del 10 de noviembre, lo que puso fin al conflicto militar en Nagorno Karabaj que se producía desde el pasado 27 de septiembre.
Nagorno Karabaj, de población mayoritariamente armenia, es foco de conflicto desde que decidió separarse en 1988 de la entonces República Socialista Soviética de Azerbaiyán.