"La destitución profundiza la crisis política de Perú, de la cual no ha salido el país desde hace varios años (…) Pero creo que no va a haber un impacto en América Latina", dijo a Sputnik el expresidente colombiano y uno de los líderes del Grupo de Puebla, Ernesto Samper (1994-1998).
En la misma sintonía, el presidente del Parlamento del Mercosur (Parlasur) por el oficialista Frente de Todos (izquierda, Argentina), Óscar Laborde, afirmó, en diálogo con Sputnik, que el hecho no va a repercutir en América Latina ya que la situación institucional en Perú venía siendo "irregular" hace varios años.
El 9 de noviembre, el Congreso peruano destituyó a Vizcarra por presuntos actos de corrupción en el caso Lava Jato cuando fue gobernador del departamento de Moquegua (sur), entre 2011 y 2014.
En su lugar asumió Manuel Merino, quien dejó su cargo de presidente del Congreso.
¿Sin riesgo democrático?
En tanto, el diputado por el gobernante Partido Colorado de Paraguay, Derlis Hernán Maidana, dijo a Sputnik que lo ocurrido en Perú dejará daños a nivel local.

Por su parte, Penadés consideró que el Congreso utilizó una medida constitucional para destituir a Vizcarra, por lo que la democracia de ese país no está en riesgo.
"Lo que tenemos que hacer primero es desearles que la preservación del sistema de derecho y democrático prevalezca en Perú, cosa que parece estar asegurado; lo segundo, lamentar esta seguidilla de destituciones presidenciales que ha tenido en Perú en los últimos tiempos", afirmó.
Consideró que nadie puede hacer juicios de opinión, porque la medida se tomó en el marco de una facultad de carácter constitucional.
"La democracia no está en riesgo porque la Constitución la prevé. Uno puede tener su opinión personal, pero se salvaguardaron las instituciones", agregó.
Judicialización de la política
Por su parte, Samper afirmó que los hechos en Perú son una demostración del daño institucional que se puede causar cuando se tiene un manejo "equivocado" de los casos de corrupción.
Consideró que la democracia en Perú está en "modo virus", no solo por el COVID-19, sino por la "extrema polarización ideológica".
Sin sorpresas
En tanto, Laborde señaló que "lamentablemente" en Perú no es una sorpresa que se vincule a un presidente con hechos de corrupción u otros delitos.

El presidente del Parlasur consideró que el sistema político de Perú es "muy frágil", lo que significa un logro para las clases dominantes.
"Siempre hay un hecho de corrupción, pero nunca hay un empresario preso. Exponen la bronca de la gente sobre los presidentes, sobre los gobiernos y nunca son afectados los verdaderos portadores del poder. La vida continua, los empresarios siguen sus negocios, el pueblo sigue sufriendo y eso lamentablemente no creo que cambie", reflexionó.
El 10 de noviembre, el Foro Juvenil de Izquierda, junto con otras organizaciones de diferentes espectros políticos así como ciudadanos independientes, marcharon por las calles del centro de Lima, intentando llegar a la sede del Poder Legislativo donde tuvo lugar la toma de mando del nuevo jefe de Estado.
Al grito de "golpe de Estado", "Merino usurpador" y "este Congreso no me representa", los manifestantes tuvieron enfrentamientos con la policía, que los reprimió con chorros de agua y golpes, en un esfuerzo por evitar que llegaran al parlamento.