El rebrote está latente en varios países europeos aunque aún se desconoce dónde se pudo haber iniciado.
El 29 de octubre el Congreso de España aprobó la prórroga del estado de alarma hasta el 9 de mayo de 2021.
"Somos conscientes de que la ciudadanía empieza a estar cansada de meses realizando esfuerzos y sacrificios (...) pero no es el momento de relajar medidas. Estamos ante unas semanas o unos meses que van a ser muy duros", explicó el ministro de Sanidad, Salvador Illa.
Si bien durante la pandemia España e Italia fueron los países más golpeados por el virus, esta segunda ola tomó a Francia por sorpresa y podría convertirla en el nuevo epicentro de coronavirus en Europa.
"He decidido desde el viernes [30 de octubre] devolver el régimen de confinamiento que ayudó a detener el virus", dijo el presidente francés Emmanuel Macron al tiempo que anunciaba que esta medida es de carácter nacional, pero esta vez las escuelas y los negocios no cerrarán.
Las multitudinarias protestas también llegaron hasta Alemania, donde los manifestantes no guardan la distancia social recomendada y tampoco usan mascarillas, según los testimonios de la Policía. Mientras tanto, el confinamiento también llegó hasta Bélgica y República Checa, en este último rige un toque de queda desde el 28 de octubre.
El descontento popular y las protestas ya no sorprenden a los gobiernos europeos, que están dispuestos a controlar que se cumplan estas medidas para evitar la propagación del coronavirus aunque esto afecte no solo a los pequeños empresarios y comerciantes, sino también a las economías nacionales.