"La gobernabilidad que resultará de la nueva correlación de fuerzas no se asienta solo en los espacios políticos tradicionales, como el Parlamento, sino también en el escenario de las organizaciones sociales, que son claves en la estructura social boliviana", dijo a Sputnik el analista Vicente Guardia.
El cómputo oficial daba al presidenciable Luis Arce del MAS más de 54% de los votos válidos, con una ventaja de más de 26 puntos sobre su inmediato perseguidor, el expresidente neoliberal Carlos Mesa.
El MAS ganó también sendas mayorías de al menos 71 de los 130 puestos de la Cámara de Diputados y 21 de los 36 curules del Senado.
Un solo partido
El politólogo Jorge Richter, dijo a su vez al diario La Razón que el desenlace electoral muestra que los bolivianos han elegido a un proyecto de gobierno fuerte con un solo partido, el MAS, en vez de una eventual coalición de fuerzas conservadoras que se habrían dividido o "cuoteado" los espacios de poder.
"No solo las clases populares sino también la clase media han apostado una vez más por un proyecto político que les permita estabilidad, gobernabilidad y tranquilidad en los años siguientes", afirmó.
Ambos analistas señalaron que la clave de la estabilidad y del encaminamiento de soluciones a la crisis múltiple que vive el país radicará en la forma en que el Gobierno de Arce logre dialogar y concertar con todos los movimientos sociales, base política del "proceso de cambio" iniciado hace casi 15 años por Evo Morales.
"Muchas demandas sociales, algunas nuevas y otras solo agravadas por la pandemia, van a ser reactivadas con seguridad tan pronto como Arce asuma el mando, y ése será el primer desafío para la estabilidad y la tranquilidad nacionales", afirmó el sociólogo.
Añadió que la mayoría que votó por el retorno del MAS ha dado una segunda oportunidad al "proceso de cambio", "pero con claras señales de que deberían profundizarse las transformaciones positivas pero no repetirse errores como el autoritarismo y la corrupción".
Añadió que las elecciones han producido un "reacomodo de las fuerzas políticas", que deja fuera del escenario político a algunos actores veteranos que desaparecerán definitivamente si no logran levantar cabeza en los comicios regionales del próximo año.
En los cinco próximos años y como ocurrió desde 2006, el Asamblea Legislativa Plurinacional, como se llama el parlamento, estará dominada por una mayoría del MAS, el único partido organizado en todo el territorio nacional, con más de tres décadas de vida pública.
En un extremo, el MAS es el único con representación parlamentaria en los nueve departamentos en tanto que Creemos ganó representación en solo tres departamentos tropicales, incluido Santa Cruz.