El último informe del Centro para Estudios del Desarrollo del Consejo de Estado chino (publicado en septiembre) estima que la nación se convertiría en la primera economía mundial en 2032. La proyección contempla que la economía crecerá a un ritmo más lento que en los últimos años y que la tensión comercial con EEUU se recrudecerá en el próximo lustro, a pesar de lo cual superará su generación de valor.
Si bien la decisión se tomó en base a su respaldo en el oro, su empleo actual se basa en la convención social y en el rol estadounidense en el sistema financiero internacional. Un rol del que China aún carece.
"El yuan es una moneda de cambio que podría ser atractiva frente al dólar por la estrategia multidireccional de China. Esta plantea un conjunto de políticas interconectadas entre sí donde la parte financiera, la relacionada con los préstamos y con las inversiones se hace en moneda china", dijo a Sputnik la internacionalista argentina Carla Oliva.
"Pero tenemos que tener siempre en cuenta que el dólar es todavía la moneda predominante en la economía internacional", agregó.
Para la docente de la Universidad Nacional de Rosario y coordinadora del Grupo de Estudios China-Argentina de esa casa de estudios, el gigante asiático aún "tiene que trabajar mucho" para extender el uso de su moneda. De todas maneras, consideró un gran paso en esta dirección la inclusión del yuan en la cesta de divisas del Fondo Monetario Internacional en 2016.
"Diría que la medida es tanto mérito de China como necesidad de Argentina (...) No tenemos que dejar de tener en cuenta que Pekín está llevando adelante una acelerada medida por ser un actor financiero internacional cada vez más importante. Y en ese sentido, la internacionalización de su moneda es uno de sus componentes centrales", señaló.
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