Gustavo Pedraza, nacido en Santa Cruz de la Sierra hace 57 años, espera con calma la llegada de la fecha de votación, luego de conflictivas postergaciones. Se siente confiado en que Comunidad Ciudadana (CC), el partido que dirige junto al candidato presidencial Carlos Mesa, triunfará en las elecciones de mañana. Una vez en la Casa Grande del Pueblo, prevén "recuperar la institucionalidad", que según ellos se perdió durante los 14 años del gobierno de Evo Morales (2006-2019), fundador del Movimiento Al Socialismo (MAS).
Ambas siglas, MAS y CC, definirán este 18 de octubre quién se quedará con el manejo de este país de 11 millones de habitantes, que viven en la incertidumbre desde hace un año. Ese 20 de octubre de 2019 surgieron las denuncias de fraude contra el MAS para ganar en primera vuelta a Mesa, pero este delito aún no fue demostrado por la Justicia. Luego de tres semanas de protestas en las principales ciudades, la Policía Nacional se amotinó contra Morales y las Fuerzas Armadas le "sugirieron" que renuncie.
Configurado el golpe de Estado, Morales partió al exilio, primero a México y luego a Argentina, donde aún permanece. Pero la retirada del líder aymara no trajo al país la tranquilidad prevista. Tan fuerte es su gravitación política, que aún ausente concita grandes amores y odios entre su pueblo.
— Un año después de las elecciones del 20 de octubre de 2019, de nuevo nos encontramos en la misma situación, a horas de repetir el sufragio que lo tiene a usted también en el mismo lugar, de nuevo candidato a la Vicepresidencia por CC. ¿Qué análisis hace de lo que ocurrió en este año en Bolivia?
— De verdad es un momento muy parecido, parece un déjà vu. Pero hay dos factores que hacen al contexto totalmente diferente: uno, que actualmente hay un gobierno de transición. Segundo, que hay un nuevo Tribunal Supremo Electoral (TSE). El año pasado gobernaba el MAS (Movimiento Al Socialismo), y el MAS controlaba el TSE. Las condiciones eran distintas. Un TSE independiente, que no está controlado por ningún partido, da más confianza al proceso, porque está actuando de manera imparcial, como dice la ley. Y tenemos un Gobierno de transición, que fue designado para la construcción de este proceso electoral, de donde debería salir un nuevo Gobierno el 18 de octubre. Esas son las grandes diferencias.
— ¿Cómo evalúa la gestión del gobierno de Jeanine Áñez, que ya lleva 11 meses?
— Este Gobierno ha tenido muchas más sombras que luces, lastimosamente para nuestro país. Ha tenido un comportamiento casi similar al del MAS, en cuanto a corrupción, en cuanto a los abusos de bienes públicos. La presidenta Áñez, que fue designada como presidenta transitoria, cometió el gravísimo error de decidir ser candidata a la presidencia, con lo cual prácticamente ha contaminado el proceso del Gobierno de transición con una campaña. Después renunció a la candidatura, ya tardíamente.
Es un Gobierno que se ha debilitado mucho, ha perdido mucho la confianza de la gente. Sus actos de corrupción, sobre todo, disminuyeron considerablemente la confianza social. Creo que eso en alguna medida contribuyó probablemente a una recuperación, una rearticulación del MAS.
— El ministro de Economía, Branko Marinkovic, indicó que el próximo Gobierno tiene la tarea de achicar el Estado, que según él es "insostenible" por los salarios que reciben los funcionarios públicos. ¿Considera que tiene razón?
Hay que suprimir los gastos innecesarios del Estado. Hay gastos obviamente superfluos que hay que cortarlos, como la propaganda de los ministerios, de las empresas públicas. Tenemos que ahorrar y hacer un Estado eficiente, no un Estado gigantesco. Es vital reducir los gastos innecesarios para poder tener eficacia.
— El ministro de Economía también sugirió que se debería devaluar el peso boliviano, para hacerlo más competitivo en el mercado internacional.
— No está en nuestra cabeza modificar el cambio. Hay que mantener el tipo de cambio como está. Hay que resolver el problema del desempleo, que es agudo, y el problema de la salud.
Estamos pensamos, como futuro Gobierno, invertir mucho más para trabajar mejor. Necesitamos recomponer el sistema de salud pública, que está colapsado, para poder contener la pandemia. Y, hasta que la vacuna nos llegue, debemos tomar todas las previsiones de bioseguridad.
— En estos días se ven largas filas en estaciones de servicio y en los mercados, porque existe el temor en la población de que pasadas las elecciones vuelvan los conflictos violentos al país, como hubo en noviembre de 2019 y en agosto pasado. Para echar leña al fuego, el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, advirtió que el MAS no aceptaría el resultado de las elecciones y adelantó que, en ese caso, se reprimirán las protestas. ¿Cómo prevé que será la jornada electoral del domingo, y los días posteriores?
El mismo candidato Luis Arce dijo que si no gana el MAS es porque habrá fraude… El ladrón cree que todos son de su misma condición. El fraude lo hicieron ellos el año pasado. Ahora, tenemos un nuevo Tribunal, que tiene confianza y tiene probidad. Ello está demostrado. Entonces hay una planificación táctica del MAS, de generar convulsión el día domingo si es que los resultados no les favorecen. Por eso es muy importante informar a la comunidad internacional cuáles son las condiciones en que estamos yendo a las elecciones. Nosotros creemos que el 70% de la sociedad boliviana no quiere que el MAS vuelva al Gobierno. Ya estuvo 14 años y no resolvieron los problemas.
El MAS está buscando una convulsión, que ojalá no se dé a partir del próximo domingo a la noche. Obviamente, las reacciones del Gobierno de transición se corresponden con esta beligerancia del MAS. Ahora hay un lenguaje beligerante de ambos bandos, pero ninguno nos interesa. Creo que aquí hay que respetar las reglas de la democracia. Y hay que promover la paz ante todo. Todos tenemos derecho a vivir en tranquilidad y en paz. Y a resolver los problemas políticos mediante el voto, no mediante la presión, la convulsión o las balas. Eso tiene que ser parte del pasado, tenemos que superar esos traumas que tanto daño nos han hecho.
— Este domingo, además de Presidente se elegirán 166 representantes para la Asamblea Legislativa Plurinacional. En caso de que CC se imponga en las elecciones ¿Cuáles cree que deberían ser las primeras leyes en las cuales trabaje la Asamblea?
— Hay que cambiar el sistema judicial. Actualmente, hay unos magistrados que fueron elegidos por 15 o 20% de los votos, en unas elecciones de hace tres años, en 2017. No hay legitimidad, no está eso en el marco de lo que establece la ley. Tenemos que establecer arreglos jurídicos para que estos magistrados sean cambiados por personas probas, con capacidad, y con independencia del Órgano Ejecutivo y del partido político. Ahora, los magistrados son la mayoría dependientes del MAS, entonces no hay una justicia independiente, no hay separación de poderes. Esta tiene que ser una de las primeras tareas.
Para nosotros son temas centrales la reconstrucción económica, la recomposición del sistema de salud pública, la reconstitución institucional y la modificación del sistema judicial. Estos son los temas que abordaremos de entrada.
— La elección de jueces por voto popular fue una innovación del gobierno del MAS. Como CC ¿plantean volver a que la Asamblea apruebe los cargos del poder judicial?
— Reformar la Constitución no está en nuestros planes inmediatos. No es un proceso de un solo día. Tenemos tareas urgentes en economía y salud. Pero sí está en nuestros planes el cambio en el Órgano Judicial. Lastimosamente, las elecciones de magistrado (en 2011 y en 2017) se hicieron de la mano del MAS. La mayoría de los magistrados no era profesional independiente. Por eso está clarísima la dependencia del Órgano Judicial por el partido que gobernó. Eso tenemos que corregirlo. No podemos tener magistrados, jueces, fiscales que militen en un partido. Tiene que haber una verdadera separación de poderes, para que pueda funcionar el Estado con normalidad.
Sus comienzos en la política
El candidato comentó que se inició en la militancia política durante sus años de universitario en la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno, de la ciudad de Santa Cruz, donde obtuvo su título de Abogado. A los 26 años asumió como concejal en Montero, su pueblo, por el Movimiento Bolivia Libre. Entre 2003 y 2004, durante la presidencia de Carlos Mesa (2003-2005), fue su ministro de Planificación y Desarrollo. Ahí comenzó una relación que se convirtió en amistad. Por ello, en 2018 el expresidente lo eligió como acompañante de su fórmula presidencial.
Pedraza trabajó varios años en agencias de cooperación internacional, como el Servicio Holandés de Cooperación, el cual dirigió. Fue consultor de varios organismos de Naciones Unidas, también catedrático en diversas universidades.
Actualmente, se muestra absolutamente seguro de que CC se impondrá sobre el MAS, por ello cuando habla sobre su futuro da por sobreentendido que será en la Vicepresidencia del país.