Los incendios en el oriente de Bolivia no dejan de multiplicarse y ya afectan a más de 1,5 millones de hectáreas en los departamentos de Santa Cruz y Beni. El Gobierno nacional desplegó a las Fuerzas Armadas en seis regiones para combatir el fuego, que afecta a otros países de América Latina. Y consideró que, en gran medida, las llamas son desperdigadas a propósito, con un "trasfondo político" dirigido a afectar a la presidenta de facto, Jeanine Áñez.
Sin embargo, con el crecimiento de la agroindustria en las últimas décadas, muchos empresarios replican estas quemas, llamadas chaqueos, a una escala mucho mayor. Por ello, suele ocurrir que el fuego se descontrola y se dispersa por miles de hectáreas de pasto seco que quedan de los meses sin lluvias, entre marzo y octubre.
Los fuertes vientos de esta época, también propiciados por la creciente deforestación en las tierras bajas, ayudan a pasear el fuego por diversos parques nacionales, territorios indígenas y grandes estancias.
El pueblo indígena chiquitano, en el departamento de Santa Cruz, es el más afectado. Tomás Candia pertenece a esta nación y preside la Confederación Nacional de los Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB), que integra a 34 nacionalidades originarias de la Amazonía, Chaco y llanos del oriente. En entrevista con Sputnik, relató cómo su comunidad atraviesa la situación:
"Entro al Parque Noel Kempff llevando medicamentos y barbijos para las familias indígenas que allí viven (…) Están sufriendo mucho el humo. Cuando se incendia el monte, nosotros, los pueblos indígenas somos los más afectados. Porque con el monte se nos quema la medicina, la producción de alimentos, la recolección de frutos (…) Para nosotros el territorio es como un supermercado."
Mediante un reporte de prensa, la Autoridad de Bosques y Tierra (ABT) indicó que los focos de incendio se acercan a 30.000. "Más de 10.562 focos de calor (39%) se encuentran en áreas sin cobertura boscosa; se trata de lugares cuya vocación de uso de tierra está destinada a la producción agropecuaria. Un poco más de 16.590 focos de calor (61%) se localizaron en áreas con bosques y matorrales", detalla el informe.
"Es lamentable que las autoridades nacionales y departamentales no le den importancia a los pueblos indígenas. Los golpes más duros los están recibiendo nuestros niños, ancianos y mujeres en las comunidades y territorios. Estamos preocupados, desesperados. Pedimos a los diferentes países del mundo que nos ayuden a conservar los últimos bosques que nos quedan", dijo Candia, conmocionado.
Bolivia y el incendio de 2019
En 2019, para esta misma época, en el oriente boliviano también hubo miles de focos de incendio en bosques y campos. En aquel momento, cerca de las elecciones generales del 20 de octubre, la oposición aprovechó para acusar al entonces presidente, Evo Morales, por las llamas, que finalmente consumieron 5 millones de hectáreas entre julio y septiembre del año pasado. Prácticamente el 5% del territorio nacional.
Ahora, los grupos detractores del MAS que precisamente gobiernan el país siguen acusándolo por los incendios. El director de la ABT, Víctor Hugo Áñez, dijo al diario cruceño El Deber que "todo hace pensar que estos incendios tienen un trasfondo político". "Vamos a ir hasta las últimas consecuencias contra quienes quieran provocar zozobra", declaró el jerarca.
El pasado 25 de septiembre, en la comunidad Chirimoya, de San Ignacio de Velasco, departamento de Santa Cruz, tres personas fueron detenidas porque habrían provocado incendios. El ministro de Defensa, Fernando López, dio sus nombres en conferencia de prensa y pidió que "vayan a la cárcel".
En este sentido, el ministro aprovechó para mencionar la campaña electoral al vincular a los detenidos con el partido de Evo Morales. "No se entiende cómo los comunarios, lamentablemente ligados al partido de Luis Arce Catacora (candidato a la Presidencia por el MAS), siguen intentando sabotear al país", sostuvo López.
"Las Fuerzas Armadas desplegaron comandos de incidencia en todo los lugares donde hay incendio. Lo que hizo el Gobierno fue adelantar los hechos con las Fuerzas Armadas y con el soporte inmediato de los ministros. Esto es un trabajo en equipo", dijo López antes de la reunión, según el diario Página Siete.
Por su parte, la ministra de Medio Ambiente invitó a la población a realizar donaciones para las familias indígenas campesinas afectadas. Los uniformados fueron repartidos en seis regiones. Según la ABT, en Santa Cruz son 890.000 las hectáreas incendiadas. En Beni, 605.500 hectáreas. Ambos departamentos concentran el 98,5% de focos ígneos.
El decreto incendiario
En los incendios de 2019, la oposición a Morales exigía la anulación del Decreto Supremo 3973, firmado el 9 de julio de ese año, sobre las quemas controladas con la finalidad de asegurar la producción agropecuaria. A pesar de que este decreto beneficiaba enormemente a la agroindustria cruceña, lo criticaban públicamente, como una manera de causar desgaste político a la presidencia de Morales.
"El año pasado, en estas mismas fechas, se habían ya quemado más de seis millones de hectáreas. También el año pasado, para estas fechas, el pueblo chiquitano y la CIDOB realizaban la Décima Marcha Indígena, pidiendo la declaratoria de desastre nacional y la anulación de decretos y leyes que afectan a comunidades y territorios", recordó Candia.
"Los pueblos indígenas no le interesamos a las autoridades", reflexionó el líder chiquitano y agregó: "Nosotros queremos conservar la naturaleza, pero ellos se dedican a sus campañas políticas por las elecciones presidenciales", que serán este 18 de octubre.