"La prioridad de México es dar cumplimiento con el tratado sobre el agua, para tener acceso a las dos terceras partes que nos corresponden, incluyendo agua para grandes centros urbanos" en la zona fronteriza, dijo el jefe de la diplomacia mexicana en conferencia de prensa.
Las partes han celebrado hasta la fecha 19 reuniones binacionales para resolver el tema, por el incumplimiento mexicano a pocos días de que venza el plazo.
En las próximas semanas México espera cumplir con su compromiso, para que "evitemos que se convierta en un tema electoral (en los comicios de EEUU), antes del vencimiento de este ciclo [24 de octubre]".
Cada año, México debe entregar un poco más de 430 millones de metros cúbicos en el caudal del Bravo, acumulables cada lustro.
El tratado de 1944 es favorable a la parte mexicana, porque establece que en un período de cinco años, México debe entregar a poco más de EEUU 2.150 millones de metros cúbicos de agua del río Bravo, en el este de la frontera común, hasta la desembocadura del Golfo de México.
Por otra parte, en el Río Colorado que cruza el estado de Arizona, en el lado oeste de la frontera, se entregan a México 1.850 millones de metros cúbicos cada año (más de 9.250 cada lustro), cinco veces la cuota anual mexicana.
Debido a las protestas de agricultores en el estado de Chihuahua, gobernado por la oposición a López Obrador, existe una posibilidad de incumplimiento del pacto en esta ocasión, debido a que México no entregó el agua comprometida en 2015 y en 2020 se acumularían dos lustros, escenario que no está permitido en el acuerdo.
Reclamo de Texas y tensiones
El reclamo más importante lo ha hecho el gobernador de Texas (sur), Greg Abbott, con una carta de protesta presentada ante la Casa Blanca por el incumplimiento mexicano.
"Hemos planteado diferentes opciones en las conversaciones, tenemos buenas relaciones, no oculto que por supuesto hay tensiones, como suele ser; pero estimo que vamos a salir adelante", dijo el canciller Ebrard.
En México las protestas la encabeza Javier Corral, líder norteño del Partido Acción Nacional (centroderecha) y gobernador del estado de Chihauhua (norte), cuyo territorio desértico es más grande que el Reino Unido.
Ebrard dijo que "no se justifica que por un interés electoral se ponga en entredicho uno de las negociaciones más exitosas de México", que le garantiza agua para consumo humano de 11 grandes ciudades en la zona fronteriza y la actividad agrícola.
Por su parte, López Obrador insiste en que México no se involucre en la campaña electoral presidencial que se está llevando a cabo en EEUU.
"Hasta ahora lo hemos logrado, incluso evitamos la amenaza de una caravana [de indocumentados] que se organizó desde Honduras de manera extraña", comentó el jefe de Estado.
El Gobierno de Guatemala, "convenció a los migrantes que venían en esa marcha o caravana, de que no era conveniente que llegaran a México y buscaran pasar a EEUU", reveló el presidente.
El tratado internacional fue negociado entre 1929 y 1944, para que, ante la asimetría de la expansión económica y consumo en EEUU, "México pudiera tener un trato favorable", con cinco veces el agua del pacto.
La negociación establece que México se quede con dos terceras partes del caudal de ríos fronterizos, como el Bravo (este) y el Colorado (oeste).