"La Academia Real de Ciencias Sueca ha decidido hoy otorgar la mitad del premio Nobel de Física 2020 a Roger Penrose, por el descubrimiento de que la formación de un agujero negro es una predicción robusta de la teoría general de la relatividad, y la otra mitad conjuntamente a Reinhard Genzel y Andrea Ghez por el descubrimiento de un objeto supermasivo compacto y en centro de nuestra galaxia", dijo.
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— The Nobel Prize (@NobelPrize) October 6, 2020
The Royal Swedish Academy of Sciences has decided to award the 2020 #NobelPrize in Physics with one half to Roger Penrose and the other half jointly to Reinhard Genzel and Andrea Ghez. pic.twitter.com/MipWwFtMjz
Según resumió la Academia Real de Ciencias Sueca, los tres científicos comparten el Premio Nobel de Física de este año "por sus descubrimientos sobre uno de los fenómenos más exóticos del universo que es el agujero negro".
"El propio Einstein no creía que los agujeros negros, estos superpesados monstruos que captan todo lo que entra en ellos, de verdad existieran. Nada puede escapar de ellos, ni siquiera la luz", apuntó.
Penrose probó la teoría de Einstein en enero de 1965, diez años después de su muerte. El físico matemático demostró que los agujeros negros realmente pueden formarse y los describió en detalle: "En su corazón los agujeros negros ocultan la singularidad, en la que todas las leyes de la naturaleza dejan de regir".
"Su artículo innovador sigue siendo considerado como la contribución más importante a la teoría general de la relatividad desde Einstein", subrayó la Academia.
Por su parte, Reinhard Genzel y Andrea Ghez lideraron dos grupos de astrónomos que a inicios de los años 90 estudiaron la región Sagitario A* en el centro de nuestra galaxia. Esos grupos lograron cartografiar con precisión las órbitas de las estrellas más brillantes y que están más cerca del centro de la Vía Láctea.
"Usando los mayores telescopios del mundo, Genzel y Ghez desarrollaron unos métodos para ver el centro de la Vía Láctea a través de unas nubes enormes del gas y polvo estelar. (...) Su trabajo pionero nos ha dado la prueba más convincente de la existencia de un agujero supermasivo en el centro de la Vía Láctea", subrayó la Academia.